Los personajes referidos a la saga Crepúsculo que son usados en este blog son propiedad de Stephenie Meyer.

julio 01, 2011

Cap. XVI

Lo se…quizás, tan solo quizás quede como IDIOTA!!!

Con el pasar de los días, Bella mejoraba montando moto, nos ahorramos las visitas al médico y las malas mentiras de ella.

Pasábamos casi todos los días juntos, pero una fecha se acercaba y una idea loca me atravesó la mente. En un par de días seria San Valentín, nunca me había preocupado por esa fecha, buscar un regalo perfecto para una persona perfecta; no circulaba entre mis prioridades. Pero Bella despertaba en mí, más de una idea descabellada.

Aproveche una mañana en la que ella tenía que trabajar y me fui al pueblo. Camine por las calles buscando que comprarle pero nada me parecía apropiado.

Los negocios estaban llenos de cosas rosas, flores envueltas en papel transparente con dibujos rosas, peluches gordos, con grandes orejas y ojos lastimeros. Había uno con un gran corazón entre las manos que decía “Te Amo”. Sabía que ni en sueño le daría ese peluche, era tan… tan… lleno de felpa que daba mareo.

Termine entrando a una pastelería, las vitrinas estaban llenas de tortas con letras rosadas que decían “Feliz Día”. Vi una caja de caramelos en forma de corazón y me parecía lo menos cursi que había en toda la ciudad. Era normal, típico, y no tenía mensajes comprometedores que la hicieran sentirse cohibida o presionada. Y además era económica, solo 50 centavos. No podía quejarme.

Llego el sábado. 14 de Febrero. No sabia que decirle a Bella. Escuche cuando Bella venia llegando, me apresure a la habitación a buscar la pequeña cajita rosa, papá estaba en la cocina, asomando la cabeza en cuanto me escucho corriendo de una lado de la casa al otro, en poco tiempo y con la cajita rosada en la mano.

Una risita se escapo de entre sus dientes, pero lo ignore y seguí hasta la puerta de la entrada. Me detuve reclinado contra el marco, manteniendo la caja a mis espaldas, como un chiquillo enamorado.

Me contuve ahí de pie, tranquilo mientras Bella estacionaba. Apenas se detuvo avance hasta ella. Saque la mano de mi espalda y la tendí frente a ella.

—Feliz día de San Valentín —le dije con una sonrisa pero inevitablemente mirando mis pies. No tenía valor de levantar la vista para verla burlarse.

—Jo, me siento como una gilipollas —balbuceo—. ¿Hoy es San Valentín?
Asentí con una tristeza más que fingida, no se lo había tomado mal. Solo le causaba gracia que no lo recordaba.

— Mira que a veces puedes estar en la inopia. Sí, hoy es catorce de febrero. Entonces, ¿vas a ser mi enamorada el día de hoy? —Pregunte sarcásticamente, haciéndome el serio— Dado que no tienes una cajita de caramelos de cincuenta centavos, es lo menos que puedes hacer.

— ¿Qué implica eso exactamente? —pregunto cautelosa.

—Lo de siempre... Que seas mi esclava de por vida, y ese tipo de cosas. —le hable en broma para que no se asustara ni se sintiera comprometida.

—Ah, bueno, si es sólo eso... —se burlo mientras tomaba uno de los caramelos de la caja y se lo llevaba a la boca.

—Bueno, ¿qué vamos a hacer mañana? ¿Senderismo o una visita a urgencias? —una risita se escapo entre mis labios. Las visitas a urgencias habían más que disminuido.

—Senderismo —decidí—. No eres el único capaz de obsesionarse con algo. Empiezo a creer que me he imaginado ese prado... —torció el gesto desanimado.

—Lo encontraremos —le asegure confiado—. Motos el viernes, ¿vale?
Entonces vi la ocasión y me lancé a ella sin pensarlo dos veces.

—El viernes voy a ir al cine. Siempre se lo estoy prometiendo a mis compis de la cafetería.

Valla, perfecto. Ahora si me sentía más que Idiota… Tú le das una caja estúpidamente rosa, llena de caramelos. Y su regalo es dejarte plantado el viernes para salir con sus “amuchis” al cine. La decepción me abrumo y cohibido clave la vista en el suelo.

—Tú también vendrás, ¿no? —corrigió rápidamente al ver mi depresión, y mis casi lagrimas de cocodrilo—. ¿O será para ti un latazo soportar a un grupo de aburridos estudiantes de último año? —bromeo. Como si me cayeran mal... puff por favor. Solo no me caían… bien.

— ¿Te apetece que vaya yo... con tus amigos? —pregunte precavido.

—Sí. Me divertiré mucho más si vienes tú. Invita a Quil, haremos una fiesta.

—Quil va a flipar. ¡Chicas del último curso! —un sueño hecho realidad. Me reí con verdaderas ganas poniendo los ojos en blanco. Repentinamente me llego la imagen de Embry a la mente, pero no quise mencionarlo. Perdía mi tiempo de solo pensarlo.

Bella se rio conmigo ignorando mis pensamientos.

— Intentaré llevarle un grupo variado.
Pase la noche terminando de reparar el auto. Cada pieza que quedaba justa, me reconfortaba y me sacaba una sonrisa.

Al llegar las 2 de la mañana ya estaba terminado. Le di una ultima pulida y quedo reluciente. Nadie podía decir que mi carro no valía, era mi obra maestra.


1 comentario:

  1. el dia del amor!!! me gusta la amistad que tienen... aunq jake la ve de otra forma... y por fin me puse al corriente como lo prometi deje mis comentarios... un beso angela!!!

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