Los personajes referidos a la saga Crepúsculo que son usados en este blog son propiedad de Stephenie Meyer.

abril 11, 2011

Cap. XII

Pobre y vacio

Me pareció extraño que se fuera tan rápido y a pie. Pero bueno seguramente no quería enfrentarse a papá y a sus supersticiones al salir.

Me molestaba estar ahí afuera mojándome, no encontraba el cuadro en ninguna parte, aunque de todas formas si lo encontraba se mojaría al sacarlo del auto por la incesante lluvia que caía.

Tenia ciertas ganas de hablar con Bella, quizás no lograra mucho con papá merodeando cerca… pero me agradaba pasar tiempo con ella y eso era lo que debía importarme… pues tenía más peso sobre mí.

En lugar de eso estaba aquí afuera recibiendo un balde agua desde el cielo.

Era ilógico seguir aquí afuera, di una última revisada al auto y resignado por mi búsqueda fallida cerré el auto y camine de regreso a la casa.

Abrí la puerta y la cerré… bueno la lance prácticamente, sonó un poco fuerte. Pero estaba un poco molesto y no logre esconder ese sentimiento al hablar.

—No había ninguna pintura en el coche. –explique cuando llegue. Busque con la mirada a papá y vi el borde de la silla en la cocina camine hasta allá y me detuve en el marco de la entrada. Llevaba todo el cabello mojado por el aguacero que caía afuera y chorreaba el agua sobre mi camisa.
—Umm —gruñó papá, separándose lentamente de Bella y girando la silla para hacerme frente—. Supongo que me lo dejé en casa.
—Estupendo. –replique sarcásticamente.
Alce los ojos al cielo de forma aparatosa y teatral.
—Bueno, Bella, dile a Charlie... —papá se quedo se detuvo antes de continuar, parecía sopesar las palabras correctas para hablar—, que hemos pasado por aquí, ¿sí?
—Lo haré —respondió Bella en vos baja. Se traían algo entre manos.

¿Qué habrán hablado en mi ausencia?

Estaba casi atónito… odiaba el suspenso que había en el ambiente. Casi no habíamos pasado tiempo en casa de Bella… y el poco tiempo que estuvimos lo pase casi por completo afuera buscando sin éxito alguno el soso cuadro.
— ¿Pero nos vamos ya? –pregunte incrédulo. Me parecía incoherente, no teníamos ni una hora de haber llegado.

—Charlie va a llegar tarde —trato de justificarse papá mientras hacia rodar la silla de ruedas y me pasaba por el lado, en dirección hacia a la puerta.

Me sentía molesto, no podía creer que ya nos íbamos. Luego de que lo acompañe y me tuve que tragar el mal momento de ver a Bella con el Cullen; el se antojaba de irse. No había podido si quiera detallar bien a Bella pues había pasado la mayor parte de la “velada” con los ojos gachos, con la vista clavada en el suelo como si este pudiera ofrecerme un amparo para mis sentimientos.

—Vaya —dije un tanto disgustado—. Bueno, entonces supongo que ya te veré otro día, Bella.
En realidad para que vinimos… bueno… para que vino el acá.
—Claro —dijo ella. Pero lo veía tan improbable ahora.
—Ten cuidado —pidió papá a Bella con una mirada extraña. A mi parecer esa pequeña frase iba cargada de muchas ideas y palabras que yo me había perdido.

Ayude a papá a cruzar la puerta y lo lleve hasta el auto. Mi mente estaba algo melancólica y desorientada.

Mientras Bella nos despedía con un suave movimiento del brazo, yo arrancaba el auto… conduje por la carretera mojada aun por la lluvia, el agua chispeaba entre los cauchos del auto y caían algunas gotas aun desde el cielo al asfalto. Escuchaba todo claramente por que no había sonidos a mí alrededor más que las respiraciones de mi padre y la mía que cada segundo estaban más descontroladas a causa de una infinidad de preguntas que se debatían en mi cabeza golpeándose entre ellas, de forma tan brusca que me causaban un terrible dolor de cabeza.

Me debatía entre preguntarle a papá en cuanto a su segura conversación con Bella… o no hacerlo para evitarme un discusión con el. No me gustaba que discutiéramos. Vivíamos juntos solo nosotros dos, no es muy cómodo convivir con una persona con la que estas molesto cada cinco minutos.

Por otra parte el iba en silencio, se notaba que iba tenso, tenia prensadas las venas que le corrían por la piel arrugada del cuello; por su mente debían estar corriendo cantidad de cosas, ideas, imágenes, quizás también tenia preguntas sin contestar.

Pero las mías no tenían si quiera una ruta lógica que seguir. No existía una base por que nunca había tenido a Bella junto a mí lo suficiente como para crear un lazo mayor al de una sencilla amistad.

Que pobre y vacio se sentía mi corazón. Solo era un órgano más.

Estacione frente a la casa, luego de que ayuda a papá, empuje su silla hasta la entrada y luego me devolví hacia afuera.

Papá no me pregunto a donde iba, ni yo me preocupe en decírselo. Ambos estábamos en nuestra propia nube de ideas y pensamientos. Quizás por una extraña vuelta del destino el entendía que no era el momento de hablar. Solo de analizar y sopesar lo que sea que piensa que ronda en mi cabeza. Y cualquier enrevesada idea que pasee por la suya.

Me senté en la entrada del garaje viendo hacia la noche. Contemplar la luna solo me hacia sentirme mas abatido y solitario, pero me daba confianza y me hacia sentir protegido. Como si poco se extendiera su luz a mí alrededor.

Era ilógico sentir ganas de llorar por una persona que no había tenido el tiempo suficiente de herirte. Una idea choco en mi cabeza tan bruscamente que me levanto del suelo y me llevo hasta lo más oscuro de mi garaje, abrí una gaveta de herramientas y en la parte mas alejada estaba una botella de ron, la destape sin meditarlo mucho y me encamine hasta mi antiguo lugar.

Destape la botella, bebí directamente de ella. Fue un gran trago, muy amargo y me molestaba en la garganta, no estaba acostumbrado a beber por que no me llamaba mucho la atención; pero esta era “una ocasión especial”.

Después del cuarto trago comenzaba a beber por inercia, solo dejaba que el liquido pasara por mis labios y bajara por mi garganta quemando todo a su paso.

De repente vi a Bella caminando hacia mi, me tendió una mano, cuando estuve de pie se acerco mas a mi, paso sus manos por mi cintura y me abrazo fuertemente, deseaba que fuera verdad; pero mi realidad no podía ser tan grata y feliz. Además mi cabello esta mucho mas largo, no se por que en mis sueños insistía en tener el cabello corto. Quizás algún día llegara a cortármelo pensé, aunque cuando conocí a Bella lo tenia así, si me lo corto podría alejarse de mi.

Que mas se va a alejar de mi… esta bastante lejos ya.

Me desperté temprano con un fuerte dolor de cabeza; aparentaba tener abejas que me aguijoneaban una y otra vez; mandando fuertes punzadas de dolor y estremecimiento a todo mi cuerpo. Mi respiración estaba un poco agitada y me pesaban los parpados, entre mis pestañas se colaban los rayos del sol, esperaba la incomodidad del frio y duro suelo pero en cambio sentí la suavidad y la comodidad de mi cama, estaba recostado sobre mi almohada y enredado entre las sabanas, alguien me había traído hasta acá… –moví los dedos del pie y note que me encontraba descalzo –y me quito los zapatos además.

Abrí los ojos quejosamente, el sol me lastimaba un poco los ojos.

- Valla, hasta que despiertas. –desconcertado gire hacia el lugar de donde provenía la voz. Quil y Embry estaban sentados cerca de la cama, sus ojos mostraban preocupación pero esta no llegaba al resto de su cara que comenzaba a formar una sonrisa sarcástica.
- ¿A que hora llegaron? –pregunte confundido.
- Esta mañana, eran casi las 6. -contesto Embry.
- ¿Papá los llamo otra vez? –pregunte ya disgustado.
- No jake, vinimos fue a ver que tal estabas. Queremos ir un rato a la playa pero vamos a ir primero a comprar lo que vamos a hartar y pss queríamos q nos acompañara –replico Quil.
- Amm, bueno esta bien. y supongo que ustedes me trajeron hasta aquí entonces.
- Si, cuando llegamos estabas tirado en el suelo frente al garaje, con una botella vacía en la mano –sentí cierto remordimiento por el hecho de que ellos tuvieran que verme en ese estado. –así que te levantamos y te trajimos hasta acá.
- Gracias hermanos, de verdad se los agradezco mucho… y sobre lo de la playa… umm, no tengo muchas ganas de salir.
- ¿Crees que puedas ir en la tarde? -pregunto Quil.
- Quizás. Ahora solo quiero dormir. –se despidieron y salieron de la habitación.
De forma irreal recupere el sueño donde estaba Bella junto a mí. Donde yo era feliz.


3 comentarios:

  1. nunca imagine a jake borracho!!! y bueno por lo menos ya tiene a bella aunque sea en su sueño!!! lindo cap angela, esperando el sig!!! besos

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  2. Un mega aplausote... para ti Angela... la historia va cada vez mejor... mira tu Jacob ebrio! una faceta desconocida en el ... jajaja... me encanta

    Que cada vez tengas mas exito, mas seguidores y mil triunfos... te quiero mil y sabes que cuentas con esta amiga y fan incondicional

    Atte. Rosy

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  3. Pobrecito Jacob, y tener que aguantar las consecuencias de la borrachera. Menos mal que tiene buenos amigos.

    Buen capitulo, Angela!

    Besos y abrazos,

    LISY

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