Los personajes referidos a la saga Crepúsculo que son usados en este blog son propiedad de Stephenie Meyer.

octubre 19, 2011

Prefacio

Eclipse por Jacob Black

Saber que ese momento era perfecto, que debia suceder; no lo hacia menos inesperado o dichoso... estar ahi con ella entre mis brazos, con nuestros labios unidos tan sincronizados y perfectos, amoldados y acariciandose mutuamente, era un hecho que no dejaba de sorprenderme... ya no habia vuelta atras, sabia que la amaba, y ella a mi... pero este era el momento de la afirmaciòn; este instante donde nuestros labios trababan un juego con el destino ella aceptaba eso que sentia por mi, màs alla de una amistad, de un simple cariño, era amor, ella me amaba... y ahora lucharia el doble por tenerla a mi lado. Asì debio haber sido desde un principio, y ese debio haber sido nuestro primer beso, unico, suave pero a la vez feroz, lleno de todo aquello que gritaba mi corazon.

octubre 04, 2011

Cap. XL

El fin de una oportunidad, el comienzo de una vida sin luz

Sentí la mirada de Bella clavada sobre mí, pero yo no podía apartar la mirada del chupasangre.

— ¿Hay algo más que necesites, Jacob? ¿Deseabas meterme en problemas? Misión cumplida —dijo molesta— Charlie quizás me mande a un internado militar, pero eso no me alejará de Edward. Nada lo conseguirá. ¿Qué más quieres?

Mantuve la vista clavada en el chupasangre, ignorando a Bella. Concentrándome en mi labor como miembro de la manada. Luego tendría tiempo para lidiar con mis estúpidos sentimientos.

— Sólo me falta recordar a tus amigos chupasangres unos cuantos puntos clave del tratado que cerraron —ellos no pueden morder a un humano, no matar; si no morder, si lo hacen faltarían al tratado impuestos por nuestros ancestros; y si n fuera por ese tratado ya yo me abrir enzarzado en un lucha con el maldito que tanto daño le ha hecho a la única mujer que ha conseguido sacarme más de una sonrisa necia— Ese tratado es la única cosa que me impide que le abra la garganta aquí y ahora.

— No los hemos olvidado —exclamo este sin inmutarse aparentemente por mis pensamientos.

— ¿Qué puntos clave? —al parecer Bella no sabia los detalles del tratado. Decidí informarla, mientras escupía palabras de odio y asco a la sanguijuela que estaba a pocos pasos de mí y que moría por despedazar y quemar.

— El tratado es bastante específico. La tregua se acaba si cualquiera de vosotros muerde a un humano. Morder, no matar —especifique mientras giraba la vista hacia ella.

Bella duro unos segundos en entender, cuando su rostro palideció; supuse que era lo que cruzaba por su mente, ella no contaba con esa parte del tratado; si alguno de sus chupasangre llegaba a morderla el tratado se rompería y yo tendría mi oportunidad de acabar con ellos y de salvarla a ella.

— Eso no es asunto tuyo —dijo con la mirada fría. Al parecer ella contaba con que eso pasara, contaba con que la mordieran… quería ser uno de ellos.

— Maldita sea si no... —claro que era. Pero no pude decir más por que mi cuerpo se agitaba bruscamente; me lleve los puño a la frente en un intento fallido de controlarme, cerré los ojos intentándolo una vez más mientras mi cuerpo se doblaba ante la presión de las sacudidas, me dieron ganas de vomitar a medida que pasaba a la convulsión.

— ¿Jake? ¿Estás bien? —escuche a unos pasos de mi.

Escuche como daba un paso hacia mí, pero en ese la sanguijuela se interpuso en su camino…
— ¡Ten cuidado! ¡Ha perdido el control! —escupió.

Cuando comenzaba a respirar mejor, volví atrás con el odio carcomiéndome, yo jamás la lastimaría… ni mucho menos llegaría a hacerle el daño que le había hecho
— ¡Arg! Yo nunca le haría daño a ella.

Bella se mantenía expectante, mientras mis manos temblaban el chupasangre que mantenía un brazo delante de Bella siseo bajo en señal de advertencia. No pude evitar apretar los puños fuertemente, mi control estaba fallando pero no debía flaquear tan cerca de Bella.

— ¡BELLA! —Grito Charlie furioso desde la casa—. ¡ENTRA AHORA MISMO!

— Mierda —exclamo Bella luego de un profundo silencio.

Me permití sentirme culpable durante ese minuto, Bella se las iba a ver verdes con Charlie.

— Siento mucho esto —susurre—. Tenía que hacer lo que pudiera... Tenía que intentarlo.

— Gracias —exclamo Bella casi con sarcasmo pero su voz temblorosa arruinaba el efecto.

— Sólo una cosa más —hablo la sanguijuela, clavo la vista en mí—. No hemos encontrado rastro alguno de Victoria a nuestro lado de la línea, ¿y vosotros?

Recordé lo estúpidamente que la habíamos perdido, era el mejor momento, con Bella lejos… y aún así se nos había escapado cuando casi la teníamos.

— La última vez fue cuando Bella estuvo... fuera —comencé a explicar algo molesto por tener que darle explicaciones — Le dejamos creer que había conseguido infiltrarse para estrechar el cerco, y estábamos preparados para emboscarla… Pero entonces salió disparada, como un murciélago escapando del infierno. Por lo que nosotros creemos, captó tu olor y eso la sacó del apuro. No ha aparecido por nuestras tierras desde entonces.

— Cuando ella regrese, no es ya problema vuestro. Nosotros...

— Mató en nuestro territorio —exclame molesto, el no era quien para decir que podíamos o no matar—. ¡Es nuestra!

— No... —se quejo Bella con la voz apesumbrada.

— ¡BELLA! —Grito Charlie furico una vez más… y más exasperado que antes— ¡VEO EL COCHE DE EDWARD Y SÉ QUE ESTÁS AHÍ FUERA! ¡SI NO ENTRAS EN CASA EN UN MINUTO...! —dejo la amenaza ahí, dejando en claro que saldría a buscarla si no entraba.
—Vámonos —le pidió el chupasangre.

Bella clavo su mirada algo triste en mí. Me sentí mal por el problema que le había causado en un momento de enojo y desenfreno.

— Lo siento —murmure tan bajo que no estaba seguro de que me fuera escuchado—. Adiós, Bella.

— Lo prometiste —exigió aún tristemente—. Prometiste que siempre seríamos amigos, ¿de acuerdo?

No pude evitar sacudir la cabeza esa posibilidad ya no se hallaba a mi alcance, quemas quería
yo que mantenerme con ella, manteniéndola segura junto a mi… pero ahora ella estaba con los chupasangres… de nuevo, y una alianza en contra de nuestras naturalezas no será ni sea posible.

— Ya sabes que intenté mantener esa promesa, pero... no veo cómo va a ser posible. No ahora... —respire hondo, mi voz fría e indiferente solo lograba lastimarme a mi, odiaba apartarme de Bella y el corazón se me partía de solo imaginar no verla de nuevo—. Te echaré de menos —solté con la voz rasposa mientras extendía una mano hacia ella queriendo alcanzar y estrecharla entre mis brazos, alejarla de esos inhumanos y hacerla feliz a mi lado.

—Yo también —exclamo mientras extendía también su mano en mi dirección.

Quise correr hacia ella y abrazarla, tan fuerte que su cuerpo se uniera al mío.

— Jake... —susurro con un dolor claro en la voz.

Avanzo un paso hacia mí, y yo quise que fuera más, que estuviera otra vez bajo mi protección, quería cuidarla y velar por ella.

En ese instante el chupasangre la empujo hacia atrás, cubriéndola otra vez de mi como si fuera hacerle daño, cuando era claro que ella quería acercarse a mi, a esa única persona que la había apoyado y le había ofrecido su amor sincero cuando el no estaba.

—Todo va bien —hablo Bella en voz queda mientras miraba a su chupasangre, pero ya mi sangre hervía.

— No, no va bien —dijo él mientras analizaba mi estado.

— Suéltala —exigí colérico—. ¡Ella quiere que la sueltes!

Avance sin meditarlo hacia ella, si debía desatarse una lucha aquí, a la orilla de la casa de Bella para que el la soltara lo haría. Daría todo por ella.

Me estremecí una vez más cuando el chupasangre se dio la vuelta para hacerme frente.
— ¡No! ¡Edward...!

— ¡ISABELLA SWAN! —gritaba Charlie.

— ¡Vámonos! ¡Charlie está como loco! —pedía Bella frenética mientras el vampiro me encaraba y respiraba lentamente sopesando la deliciosa idea de acabar conmigo, pero no tanto como yo deseaba matarle—. ¡Date prisa!

El logro relajarse y comenzó a caminar con Bella, pero manteniendo su vista clavada en mi. Arrugue el entrecejo, sosteniéndome con fuerza a ese suelo, para no saltar sobre el y reclamar lo que era mío. Luego vi todo desde una perspectiva diferente, ya no era la lucha lo que me afligía, era ver partir a Bella, dese gritarle Que Quowle, que significa quédate conmigo, para siempre… pero no pude hacer más que verla alejarse de mi… perderla… por un ser sin alma, que había casi acabado con la de ella.

Mientras estaba ahí, de pie plantado analice la situación… Bella se había ido de mi lado… lo que creí una oportunidad solo había sido la ocasión perfecta para destrozarme a mi mismo.





La amo y... no pienso darme por vencido.. todo continuara en
Eclipse

octubre 03, 2011

Las Niñas que más quieroo...!!


Gracias por su apoyo... en especial a mi amiga hermozaa JeSs por su apoyo, a mi amiga Lisy por estar ahi siempre, a Ody, Nathy, Eeyore, Astrid por la gran ayuda que me ofrecio para acomodar mi blog :D a Guaci por apoyarme aqui y en el facebook... a todas muchisiiimass Gracias..!! Es para Ustedes... besos y abrazos desde Venezuela ♥♥

octubre 01, 2011

Cap. XXXIX

Una partida, dos regresos

Antes siquiera de ser cubierto por los arboles ya estaba convertido en lobo, dejando atrás mi ropa, mi humanidad y al amor de mi vida.

— ¡Cuida de Charlie! —oí a lo lejos.

Corrí por varias horas, no pude volver al funeral de Harry… no así como estaba. Anduve por el borde de la carretera; queriendo ir tras ellas, pero me devolvía cada par de kilómetros sabiendo que era una total locura, que no tenía lógica y porque además podía escuchar en mi cabeza la prohibición por parte del mancho alfa. El y Embry estaban de guardia, mientras Paul y Jared y continuaban en el funeral.

Yo solo podía pensar una cosa… si los chupasangres Cullen´s… volvían… Bella volvería a andar con ellos para arriba y para abajo. Tenia que buscar una solución para evitar que esta andará por ahí con su vampiro asqueroso…

Di vueltas varias horas, hasta que estuve seguro de que podía llegar a casa, buscar algo de ropa e ir a hablar con Charlie. Indudablemente estaría preocupado por Bella al llegar y solo encontrar en su lugar un pedazo de papel con tres o cuatro líneas sin mucha explicación… eso no le ayudaría a calmarse.

Cuando llegue vi la patrulla estacionada afuera, estuve pensando un rato mientras decidía que demonios iba a decirle. Charlie no espero a que bajara, camino hasta la acera para encontrarse conmigo e invadirme de preguntas. Me baje antes de que decidiera subirse al auto.

— ¿Qué sabes de Bella? ¿Donde esta?... estoy seguro de que sabes algo, por eso estas aquí… ¡dime pues! ¿A dónde se fue?

— Cálmate Charlie, no me dejas ni hablar.

— Habla pues —dijo apremiante e impaciente.

— No se mucho Charlie, solo se que Bella se fue con una de los Cullen…

— Alice supongo —Charlie sabia al igual que yo que Bella no se llevaba muy bien con la vampira rubia.

— Si, ella. Pues no se muy bien. Creo que andan en problemas, no se mucho más que eso. Debo irme.

— No… jake… debes saber algo más… ¡dime!

— No se nada más Charlie. Debo irme, Sam me espera.

— Jake… no

— No se nada más… ella volverá pronto —eso espero, me dije a mi mismo– adiós.

Me fui ignorando las palabras de Charlie, subí al auto y volví a la Push, necesitaba llegar pronto para hablar con Sam, e ir a cazar.

— ¿Tu creses que vuelvan? —me pregunto Sam mientras hacíamos vigilábamos el perímetro de la reservación, los demás no intervenían solo se mantenían en silencio a la espera de mi contestación, tratando de conseguir una respuesta coherente y positiva… para nosotros.
Mientras yo me moría por no saber nada de Bella.

— No tengo idea Sam, solo se que debemos estar más pendientes ahora.

Mientras cruzábamos el rio nos dividimos, Embry y yo tomamos el oeste, Paul y Jared el este y Sam el norte. Dimos varias vueltas sin ninguna novedad, yo me distraje un poco y comencé a caminar hacia una pequeña loma.

Un olor asqueroso y repugnante me quemo la nariz… no era uno de los Cullen… la maldita pelirroja había vuelto, estaba mas que familiarizado con el olor. Ya los demás habían reaccionado ante mis pensamientos, corrían hacia donde el olor estaba más fuerte. Yo los seguía a unos metros de distancia hasta que nos encontramos en el punto exacto donde el olor se concentraba y tomaba rumbo.

Quisimos aprovechar que… Bella… bueno que ella no estaba cerca… así que podíamos dejar a la vampiro entrar al territorio, haciéndole creer que habíamos dejado una línea libre de revisión y que estaba logrando infiltrarse y burlarnos. Dándonos chance para emboscarla.

Sam avanzo varios metros, posicionándose al extremo oeste del lindero por donde corría la vampira, pronto nos olería así que teníamos que ser más rápidos que ella… puse todo de mi autocontrol para enfocarme en la misión. Debíamos acabar con la vampira, sin importar nada más, había cazado y matado en nuestro territorio, era nuestra…!!!

Trate de darle alcance por el este, mientas Embry y Jared permanecía atrás, vigilantes a que retrocediera, debíamos cubrir todas las vías de escape para ella, no podíamos acercarnos rápido porque corríamos el riesgo de que saltara y escapara… y en ese instante fue lo que sucedió. Algo capto su atención, y salió disparada. Tan rápido que se convirtió en algo menos que un borrón. No pudimos ni seguir su rastro, se perdió el olor a varios metros enredado entre las hojas de diversos arboles.

No volvimos a verle durante toda la noche… ni durante el día… pasamos todo ese tiempo rondando por el bosque, sin ir a casa, comíamos cualquier animal mientras vigilábamos. Debíamos estar seguros de que no llegaría por aquí la vampira.

En la mañana me toco descansar, a mí. Eran casi a las cinco de la madrugada mientras Paul me relevaba.

Aproveche ese momento para darme una vuelta cerca del bosque que rodeaba la casa de Bella, para mi completo desagrado y mi propia maldición, había afuera estacionado un auto plateado…
Maldito chupasangre

Ya había vuelto… estaban juntos. Y Charlie lo permitía.

Esto no tenia lógica, como podía dejarle entrar en su vida, después de cómo la había lastimado, dejándola convertida en nada más que una pobre sombra de lo que alguna vez había sido.
Era imposible…

Me fui hasta la casa en mis cuatro patas… no podía creer que ella lo fuera vuelto a dejar entrar en su vida.

Cuando llegue a casa el teléfono sonó por enésima vez… hacia noches que sonaba el teléfono, yo sabia quien era y no estaba dispuesto a contestarle. Por que no se dignaba a venir en vez de estar llamando una y otra vez; pero claro la respuesta era más que obvia su chupasangre asqueroso no la dejaba venir, que más se podía esperar de ese inhumano.

Esa tarde papá contesto, era Bella por supuesto, quería hablar conmigo. Le dije a papá en voz alta que le dijera que no quería hablar con ella. Y ya, eso hizo.

Que supiera que estaba ahí… y que no quise contestarle el teléfono.

Una nueva resolución cruzo mi mente… si los Cullen habían vuelto, yo no permitiría que Bella saliese con el maldito chupasangre de nuevo. Ya había tenido suficiente tiempo para decidir que hacer mientras corría.

Fui hasta el pequeño garaje, saque la moto roja… la de Bella y de una patada la encendí, me fui hasta casa de Charlie… habían pasado tres días desde que Bella se había ido… si quería que ella se alejase del chupasangre tenia que buscar a alguien con poder para obligarla, añadir más sal a la herida, estaba más que seguro que Charlie estaba molesto; y si además le agregaba unas cuantas subidas de moto de Bella podía lograr que no la dejasen salir por un buen tiempo y mantenerla así alejada del chupasangre.

Deje la moto afuera, junto al coche patrulla. Charlie me oyó llegar y salió a recibirme.
— Bella ha vuelto… —me informo con gesto contrariado, dejándome en claro que ya sabia también del regreso de los Cullen — ¿ahora andas en moto? Debes de tener cuidado.

— Tengo algo que contarte.

— Bien pasa…

Una vez dentro me invito a sentarme, yo me limite a quedarme de pie y caminar de un lado a otro. Buscando la fuerza para lo que iba a hacer.

— La moto roja, que esta parqueada afuera… emm… no es mía… es de Bella
— ¿Cómo así?

— Ella la compro hace unos menes, y yo la repare. En fin estuvo montándola durante bastante tiempo. Hubo varias caídas, y heridas…

Charlie no dejaba de despotricar y gritar molesto.

Cuando estuve seguro de que había dejado la caldera bien caliente, me fui para el bosque a esperar a que llegara ella… a que llegara el chupasangre… y poderle dar las últimas noticias de la vampira pelirroja y recordarle un punto importante de nuestro tratado. Me convertí otra vez en humano, y me puse los short para dar tiempo al tiempo.

Escuche cuando el auto se acercaba, como la respiración de Bella se agitaba al bajar el auto, y como empezaba a expresar su molestia, y su disgusto.

Deje mi mente enfocada en el chupasangre, para que este supiera que lo que deseaba era aclarar bien los puntos del tratado y nada más. No le hablaría de Bella, ni menos le hablaría a ella.
— ¡No! —dijo Bella a lo lejos.

Escuche como hablaban, ella tenia unas ganas inmensas de golpearme, como si eso fuese posible.
Los espere recostado en un tronco. La observe a ella lentamente y luego clave la mirada en el maldito que me había arruinado mi unica oportunidad de amor verdadero.

Me incline hacia adelante con las manos cerradas fuertemente, debía concentrarme.
Cuando se acomodaron frente a mi, el vampiro se interpuso entre ambos… Bella me observaba desde el hombro del chupasangre.

—Bella —pronuncie con algo de melancolía mientras mantenía la vista clavada en el causante de mis problemas.

— ¿Por qué? —Pregunto con voz ahogada mientras una risa se extendía por mi rostro al saber a que se refería—. ¿Cómo has podido hacerme esto, Jacob?

La ultima frase me hizo sentir un poco mal… éramos amigos, se suponía que debía apoyarla, no echarla de cabeza… pero ella estaba haciendo algo que marcaba la diferencia, nada seria igual. Mantuve mi mirada fría y sin sentimientos, si esto era lo único sensato que podía hacer para alejarla de el, lo haría.

— Ha sido por tu bien —le aclare.

— ¿Y qué se supone que significa eso? ¿Quieres que Charlie me estrangule? ¿O quieres que le dé un ataque al corazón como a Harry? No importa lo furioso que estés conmigo, ¿cómo le has podido hacer esto a él?

Arrugue el entrecejo mientas me debatía en mi interior por al culpa, claro que no era eso lo que quería. Jamás se me fuera ocurrido si quiera; yo solo quería mantenerla lejos de esa sanguijuela que estaba junto a ella. Creyéndose con derecho de no se que sobre ella.

— No ha pretendido herir a nadie —hablo el maldito chupasangre diciendo lo que guardaba mi mente, contando aquello que no le pertenecía, las manos me temblaron en reacción al odio que sentía—, sólo quería que no pudieras salir de casa para que no estuvieras conmigo.
Lo mire con furia y asco

— ¡Ay, Jake! ¡Ya estoy castigada! —Exclamo— ¿Por qué te crees que no he ido a La Push para patearte el culo por no ponerte al teléfono?

— ¿Era por eso? —pregunte disgustado, yo creía que había sido el chupasangre quien se lo prohibía, tenia más lógica.

— Creía que era yo quien te lo impedía, no Charlie —maldición, no podía pensar nada sin que el lo escupiera.

—Para ya —exclame furioso.

No lograba evitar los temblores y estremecimientos que me azotaban, apreté los puños deseando parar las vibraciones de mi columna y aquietar mi ira.

— Bella no había exagerado acerca de tus... habilidades —arrojé entre dientes—. Así que ya debes de saber por qué estoy aquí.

— Sí —contesto el sin inmutarse si quiera—, pero quiero decirte algo antes de que empieces.

No quise responderle, solo enmudecí esperando que el hablara, estire los dedos una y otra vez para aligerar los espasmos.

—Gracias —dijo al final con voz taciturna—. Jamás seré capaz de agradecértelo lo suficiente. Estaré en deuda contigo el resto de mí... existencia.

No entendía a que se refería, mire a Bella pero su rostro tenia el mismo gesto de confusión que el mío. Entendía tan poco como yo.

— Gracias por mantener a Bella viva —dijo con la voz queda y compungida—. Cuando yo... no lo hice.

— Edward... —susurro Bella.

Entendí a que se refería, a la cantidad de veces que le había salvado la vida, y había evitado que su vida terminara. Pero ni remotamente podía imaginarse que lo había hecho por el, era ilógico siquiera pensarlo que pudiera hacerle un favor o algo que le beneficiara.

— No lo hice por ti.

— Me consta, pero eso no significa que me sienta menos agradecido. Pensé que deberías saberlo. Si hay algo que esté en mi mano hacer por ti...

Alce una ceja en señal de negativa… luego… incredulidad y al final sarcasmo… solo había una cosa que el podía hacer por mi… largarse de este pueblo de una maldita vez, para no volver jamás, y dejar a Bella aquí conmigo, segura.

Solo irse.

— Eso no está en mis manos.

— ¿En las de quién, pues? —exclame, esa decisión era suya... apenas lo quisiera podría irse ya lo había hecho una vez.

El giro hacia Bella y clavo la vista en ella.

— En las suyas. Aprendo rápido, Jacob Black, y no cometeré el mismo error dos veces. Voy a quedarme aquí hasta que ella me diga que me marche.

—Nunca —dijo ella sin quitar su mirada de la de el, el asco que sentí me mareaba, sentía como si fuera a vomitar, quería salir corriendo de ahí, pero mis pies no me obedecían, solo temblaban a la par de mis manos. No podía creer como todo había cambiado, ahora ella estaba con el, de nuevo.