Los personajes referidos a la saga Crepúsculo que son usados en este blog son propiedad de Stephenie Meyer.

agosto 27, 2011

Cap. XXX

Información


Bella se levanto casi de un brinco con la cara descompuesta y una mueca de aversión
— ¡No, no eres tú! —grito exasperada—. ¡No es lo que eres, sino lo que haces! —mis temblores no disminuían si no que aumentaba con cada palabra que expulsaba.

— ¿Qué se supone que significa eso?

—Jacob —hablo Bella más calmada, pero mi agitada respiración no disminuía—, ¿es necesario matar gente? ¿No existe otro camino? —Y ahora de que rayos hablaba— Quiero decir, los vampiros han encontrado una forma de vivir sin matar a nadie. ¿No podríais intentarlo vosotros también?
Los temblores comenzaron a apagarse casi como si fueras bajado un interruptor. Me enderece al ver el rumbo de sus pensamientos

Alce las cejas incrédulo y le calve la vista. Ella aun parecía aterrada ante esa idea que quien sabe se le había formado, en su cabeza deschavetada.

— ¿Matar gente?

— ¿De qué te pensabas que estábamos hablando?

— Pensé que hablábamos de tu repugnancia hacia los licántropos.

—No, Jake, no. No me refería a que fueras un... lobo. Eso está bien —parecía tan sincera que comencé a dudar, si eso verdad entonces Bella no me aborrecía, aceptaba mi licantropía—.
Bastaría con que encontraras un modo de no hacer daño a la gente... Es eso lo que me afecta...

— ¿Eso es todo? ¿De verdad? —Pregunte con una inevitable sonrisa de alegría—¿Te doy miedo porque soy un asesino? ¿No hay otra razón?

— ¿Te parece poco
No pude evitar reírme, tan alto que Belle me miro ofendida, aun así no me detuve estaba tan feliz de saber que Bella me “aborrecía” por las razones equivocadas me llenaba de satisfacción. Si así era todo seria más fácil más llevadero con ella a mi lado.

— ¡Jacob Black, esto no es divertido! —bramó molesta.

— Por supuesto, por supuesto —replique entre risas.

Camine hasta ella, extendí mis brazos y los enrolle en su cintura aprontándola fuertemente contra mi pecho.
—Sé sincera, ¿de verdad no te importa que me transforme en un gran perro? —pregunte junto a su oído aun riéndome, estaba más feliz que un viejo con dentadura nueva.

—No —contesto en voz baja, parecía ofuscada—. No... puedo... respirar, Jake. —o claro era por eso.

La solté, y tome sus manos entre las mías.

— No soy ningún asesino, Bella. —le aclare tratando de disminuir mis risas.

El rostro de Bella era de asombro, me creía, eso era obvio y parecía aliviada, aunque su corazón latía más rápido decidí interpretarlo como una buena señal.
— ¿De verdad?

— De verdad —le asegure sin risa ni atisbo de broma.

Inmediatamente Bella enrollo sus brazos entre mi cintura. Sin dudarlo la estrecho más a mi pero sin aplastarla como antes.

Acaricie su cabello llenándome de dicha. La amaba, y eso no era algo que se pudiera refutar.

— Lamento haberte llamado hipócrita —me disculpe con ella.

— Lamento haberte llamado asesino.

Me reí con muchas ganas, era feliz.
De repente Bella se aparto un poco de mi, supuse que se estaba preguntando algo por al expresión de duda que recalcaba en su seño fruncido.

— Tú no, pero ¿y Sam? ¿Y los demás?
Negué con la cabeza y le ofrecí una cálida sonrisa. Respire tranquilo una vez más, lo peor parecía haber pasado.

— Por supuesto que no. ¿No recuerdas cómo te dije que nos llamábamos?

— ¿Protectores?

— Exactamente. —afirme.

— Pero no comprendo, ¿qué pasa en los bosques? ¿Y los montañeros desaparecidos? ¿Y la sangre? —todo el pueblo sabia de eso, porque creí que ella no lo sabría, y esto explicaba de donde había sacado la errada idea de que nosotros éramos los malos, los crueles asesinos, me puse serio mientras me debatía en la mejor forma de aclararle el nombre de la especie que llevaba días haciendo desastre. Nuestro titulo de protectores tendía de un hilo ante los últimos acontecimientos.

— Intentamos hacer nuestro trabajo, Bella. Intentamos protegerlos, pero siempre llegamos una pizca tarde. —hable casi disculpándome, era nuestro deber proteger el pueblo, y ella era parte de los habitantes de este.

— ¿Protegerlos? ¿De qué? ¿De verdad hay un gran oso merodeando por allí? —era inédito que ella aun no lo fuera deducido.

— Bella, cariño, nosotros sólo protegemos a las personas de un enemigo. Lo que éste hace es la razón —la única razón— de nuestra existencia.

Bella lo sopeso unos segundos, tratando de entenderme y juntar las piezas. Cuando note su expresión se formo en u gesto de horror y se puso tan pálida como una hoja, supe que ya lo había deducido. Se les escapo un grito de espanto al comprenderlo.
Asentí.

— Pensé que precisamente tú de entre todos ibas a comprender lo que sucedía.

—Laurent —murmuro repentinamente asustada—. Sigue aquí.

Parpadee confundido ante su reacción y ese nombre, que al pronunciarlo provoco un aceleramiento de su corazón.

— ¿Quién es Laurent? —pregunte embrollado.

—Le conoces, le viste en el prado. Estabais allí... —Bella hablaba asustada, tartamudeaba mientras trataba de explicarme y a la vez era presa del miedo. Deduje a quien se refería—. Estabais allí, evitasteis que me matara... — no pensé que esa cosa tuviera nombre.

— Ah, ¿te refieres a la sanguijuela de pelo negro? —una sonrisa malévola se extendió por mi rostro mientras el recuerdo del desmembramiento de sus partes me venia a la cabeza—. ¿Se llamaba así?

Bella se estremeció recordando.
— ¿En qué estabais pensando? —ahora si no entendía—. Podía haberos matado, Jake. —ahora si me causo risa, por favor ese vampiro asqueroso contra una manada de lobos— No te haces idea de lo peligrosos...

Rompí a reír ante la sola idea “peligrosos”… bueno lo eran. En grupos. Pero cuando hablabas de uno solo todo era diferente. Daba hasta flojera acabar con el.

— Bella, un sólo vampiro no supone mucho problema para una manada grande como la nuestra. Fue tan fácil que casi no resultó divertido.

— ¿Qué fue fácil?

—Acabar con el vampiro que te iba a matar. Ahora bien, eso no lo incluyo en lo de asesinar —antes de que Bella dijera algo, le aclare lo obvio cuando hablabas de seres inmortales, ósea ya muertos—. Los vampiros no cuentan como personas.

— ¿Vosotros matasteis a Laurent?

Asentí, era algo obvio.
— Fue un trabajo en equipo—explique orgulloso.

— ¿Ha muerto Laurent? —lo conocía eso era obvio. Pero no entendía... el quiso matarla, entonces porque se veía tan afligida.

— Eso no te preocupa, ¿verdad? Iba a matarte, buscaba su presa, Bella. Estábamos muy seguros de eso cuando decidimos atacar. —Era más que lógico, ella que llevaba tanto tiempo conviviendo entre vampiros tuvo que haberlo notado— Lo sabes, ¿verdad?

— Lo sé. No, no estoy disgustada. Estoy... —retrocedió unos pasos hasta que se sentó sobre el blanco árbol—. Laurent ha muerto, no va a volver a por mí.

— ¿No te enfadas? No era uno de tus amigos ni nada de eso, ¿verdad?

— ¿Amigo mío? —Bella me observo confundida al parecer esa palabra no tenia ninguna relación con el chupasangre que habíamos aniquilado—: No, Jake... Al contrario... Pensé que acabaría encontrándome... Le he estado esperando cada noche con la esperanza de que se conformara conmigo y dejara tranquilo a Charlie. —Sus ojos ya estaban húmedos y hablaba entrecortadamente— He pasado tanto miedo, Jacob. Pero... ¿cómo es posible? ¡Era un vampiro! ¿Cómo le habéis matado? Era fuerte y duro como el mármol...

No pude resistirme a su pena y la abrace tratando de consolarla y la rodee con un brazo.
— Fuimos creados para eso, Bella. Nosotros también somos fuertes. Desearía que me hubieras dicho que tenías tanto miedo. No tenías por qué.

— Tú no estabas ahí para escucharme —pero debí estarlo. Malditos vampiros.

— Sí, cierto.

— Espera, Jake... Pensé que lo sabías porque la noche pasada dijiste que no era seguro que estuvieras en mi habitación. Creí que eras consciente de que podía acudir un vampiro. —el recuerdo vino rápidamente a mi mente, sabia porque no debía estar allá con ella era peligroso para ella que un ser inestable como yo anduviera tan cerca— ¿No te estabas refiriendo a eso?

— No, no me refería a eso.

—Entonces, ¿por qué creías que no era seguro para ti quedarte?

No pude evitar sentirme culpable y avergonzado.
— No dije que no fuera seguro para mí. Estaba pensando en ti.

— ¿Qué quieres decir?

Mire al suelo apenado, trate de ver en otra dirección y disimular mi aflicción. Le di un puntapié a una piedra para aparentar que estaba tranquilo y lo hacia de forma casual.
—Hay más de una razón por la que no debo estar cerca de ti, Bella. Por una parte, se suponía que no tenía que revelarte nuestro secreto, eso era importante, pero por otra, no es seguro para ti. Podrías resultar herida... si me enfado, si me disgusto más de la cuenta... —no podía ni pensar la palabra.

— ¿Cuando hace un momento te enfadaste...? ¿Cuando te grité y te pusiste a temblar...?
—Sí —respondí afligido y apesadumbrado—. Es muy estúpido por mi parte, debería ser capaz de controlarme mejor. Te prometo que no tenía intención de enfadarme dijeras lo que dijeras, pero me hería tanto perderte en caso de que no aceptaras lo que soy... —pensar en perderla me destruía el alma.

— ¿Qué sucedería si te enfurecieras mucho? —pregunto en un susurro.

— Me convertiría en lobo... —hable tan bajo como ella, no quería imaginarme tener a Bella tan cerca si eso pasara.

— ¿No ha de haber luna llena?
Puse los ojos en blanco ante esa absurda y arcaica idea.

— La versión de Hollywood no es muy rigurosa —suspire hondo antes de comenzar a hablar de nuevo—. No tienes por qué preocuparte, Bella. Nos vamos a encargar de esto y pondremos especial atención en cuidar de Charlie y los demás... No vamos a permitir que le pase nada. En eso, puedes confiar en mí.

Bella se quedo en silencio, trate de adivinar que había dicho que la dejara tan desconcertada y pensativa pero no se me ocurría nada.
— Laurent ha muerto —Bella no movía más que los labios, la sentí rígida junto a mi costado.

— ¿Bella? —rosé su mejilla con la mano, tratando de atraer su atención.

— Si Laurent murió hace una... semana... En ese caso, alguien más está matando gente ahora.
Su deducción no me tranquilizo, asentí receloso.

— Resulta que eran dos. —Explique mientras sentía el veneno en mi lengua nada con solo hablar de ellos— Creemos que su compañera nos tiene ganas. Según nuestras leyendas, los vampiros se encabronan mucho cuando matas a su pareja, pero ésta no hace otra cosa que alejarse a toda prisa para volver enseguida, y así una y otra vez. Sería más fácil quitarla de en medio si conociéramos su objetivo, pero su conducta carece de sentido. Sigue bailando al filo de la navaja, parece que estuviera probando nuestras defensas en busca de una forma de entrar, pero ¿adónde quiere entrar? —me pregunte para mi mismo tratando de encontrar una respuesta objetiva— ¿Dónde pretende ir? —no teníamos ni idea pues ella iba y venia— A Sam le parece que intenta separarnos para disponer de mayores oportunidades... para poder acabar con nosotros, dividirnos o algo asi. Pero no tiene sentido, nos estamos enfocando en su táctica pero no estamos seguro si su plan de ataque cambiara, mientras estamos haciendo rondas…
Enmudecí cuando sentí que Bella subía de temperatura y un sudor frio comenzaba a correr por su rostro. Justo cuando iba a preguntarle que sucedía se levanto alejándose de mi, camino hasta el borde del tronco dándome la espalda y se inclino como si fuera a vomitar.

Estaba seguro de que se desmayaría en cualquier momento, me acerque a ella y la tome por los hombros antes de que se fuera hacia las rocas. Acerque mi cara a la de ella y respirando contra su mejilla le pregunte.
— Bella, ¿qué te pasa?

— Victoria —soltó como si estuviera ahogada, ya había comenzado a temblar y no dejaba de sudar frio. Podía escuchar sus tripas estrujándose.

Delicadamente alce a Bella para que tomara una posición erguida, la apoye contra mi pecho tratando de que descansara su peso en mí. No la quise soltar por miedo a que cayera, por como estaba no dudaba que pudiera pasar.
Pase mi mano por su mejilla y su frente, aproveche de retirar su cabello húmedo por el sudor de su cara.
— ¿Quién? —pregunte confundido, pero ella no reaccionada era como si yo no fuera hablado. Comencé a preocuparme—. ¿Me oyes? — No respondía— ¡Bella, Bella!

— No era la compañera de Laurent —gimió contra mi hombro, solté el aire cuando la escuche hablar nuevamente—, sólo eran amigos...

— ¿Necesitas un poco de agua? —se veía muy alterada y mareada, no dejaba de temblar ni de sudar frio, como si estuviera enferma del estomago y eso le fuera ocasionado fiebre— ¿Un médico? Dime qué he de hacer —me pidió, frenético.

— No estoy enferma, tengo miedo...
Trate de comprender sus palabras, mientras le daba unas leves palmaditas en la espalda buscando que se calmara y respirara.

— ¿Temes a Victoria? —aventure.

Bella se limito a asentir mientras era presa de espasmos.
— ¿Victoria es la hembra pelirroja?

Bella no dejaba de temblar
— Sí.

— ¿Cómo sabes que no era la compañera del que matamos?

—Laurent me dijo que ella era la pareja de James.

No sabía quien era James, pero al parecer Bella sabía mucho más que yo, tenia información que yo desconocía.

Tome su rostro entre mi mano tratando de que se concentrara un momento. Clave mi mirada en la suya que ahora parecía algo perdida.

— Bella, ¿te dijo algo más? —Pregunte interesado— Es importante. ¿Sabes qué es lo que busca?
—Por supuesto —susurro nerviosa y temblando aún—, me busca a mí.







1 comentario:

  1. amiga me enknta este capi,..en realidad todos m guutbaan jjejje tk un churrumaizamiga me enknta este capi,..en realidad todos m guutbaan jjejje tk un churrumaiz

    ResponderEliminar