Los personajes referidos a la saga Crepúsculo que son usados en este blog son propiedad de Stephenie Meyer.

junio 07, 2011

Cap. XII

Maldición... quizás... yo... debí decir que no.

— Bien, ¿dónde está el embrague? —le pregunte cauteloso para estar seguro de cuanto recordaba. De lo que medio le había explicado.

Ella señalo el embrague. Bien. Ahora el problema era su confianza, ella miraba de forma cautelosa la moto, los rugidos que esta provocaba la hacían moverse estrepitosamente. Bella agarraba el manillar con fuerza, tratando sin éxito de alcanzar el embrague.

—Jacob, esto no se queda de pie —se quejo. Temía caerse.

—Verás cómo va bien cuando esté en movimiento —le prometí calmándola—. Ahora, ¿dónde tienes los frenos?

—Detrás de mi pie derecho.

—Error. —le había explicado que atrás de su pie derecho estaba el freno, pero este era en casa de emergencia, si lo pisaba a una alta velocidad, saldría volando.

Le tome la mano derecha y doble sus dedos alrededor de la palanca de aceleración.

—Pero tú me dijiste... —comenzó a protestar.

—Éste es el freno que estás buscando. No uses ahora el freno de atrás, eso lo dejaremos para más tarde, cuando sepas lo que estás haciendo. —en este momento ella solo necesitaba aprender lo básico, poco a poco. Era muy pronto para usar el otro freno, con ese podría derrapar en curvas, pero también podría salir disparada.

—Eso no suena nada bien —replico ella—. ¿No son los dos frenos igual de importantes?

—Olvídate del freno de atrás, ¿vale? Aquí... —envolví mi mano entre la suya, e hice apretar el freno nuevamente—. Así es como se frena. No lo olvides —recalce presionando su mano una vez más.

—De acuerdo.

— ¿El acelerador?
Ella giro el manillar derecho. El acelerador. Mostrándome que si sabia.

— ¿La palanca de cambios?
Ella empujo con la pantorrilla izquierda la palanca.

—Muy bien. Creo que ya has pillado el manejo de todas las partes. Ahora sólo te queda arrancar la moto.

—Oh, oh —murmuro nerviosa.

Ella observaba el camino por donde iba a andar con la moto, estaba despejado. Si manejaba con equilibrio podría mantenerse dentro de los perímetros de la vía. Sin meterse en la maleza. Era un camino arenoso y un poco húmedo. Pero ella podría pasar fácilmente por ahí.

—Quiero que mantengas el embrague hacia abajo —le indique— Ahora, esto es crucial, Bella. —le dije con tono apremiante. Para asegurarme de que me escuchara y me entendiera bien. —No dejes que la moto se te vaya, ¿vale? Quiero que pienses que te he dado una granada explosiva. Le has quitado el seguro y estás sujetando el detonador. —era un buen ejemplo. Si lo soltaba la moto se apagaría y le caería encima.

— ¿Crees que podrás arrancar el pedal?

— Si muevo el pie, me caigo — me explico mientras apretaba con fuerza los dientes.

—Vale, yo te tengo. No sueltes el embrague. —insistí.
Me fui hasta la parte de atrás de la moto y golpee
con fuerza el pedal. La moto rugió debajo de Bella, se balanceo un poco de lado, pero agarre la moto antes de que ambas cayeran de lado.

—Mantén el equilibrio—insistí—. ¿Tienes bien sujeto el embrague?

—Sí.

—Planta bien el pie, voy a intentarlo otra vez.

Sujete bien con una mano el asiento de la moto e intente una vez más. Y otra y otra. Hasta que la moto reacciono.

—Aprieta el acelerador —le indique—, muy suavemente. Y sobre todo, no sueltes el embrague. —le recordé.

Giro el manillar y la moto respondió. Sonreí satisfecho.

— ¿Recuerdas cómo se pone en primera? —pregunte aun sonriendo.
—Sí.
—Bien, venga, vamos.
—Vale.
Bella no soltaba el pie. Seguía donde mismo.

—Suelta el pie —dije tozudo.

—Ya lo sé —dije, aspirando aire profundamente.

— ¿Estás segura de que quieres hacer esto? —le pregunte cuando su mirada me indico que estaba algo nerviosa—. Pareces asustada.

—Estoy bien.

—Muy bien —le alabe cuando cambio de velocidad—. Ahora, con mucha suavidad, suelta el embrague.
Me aparte un poco de la moto, para darle chance a para que arrancara.

— ¿Quieres que deje caer la granada?
—A ver qué tal la llevas, Bella. Procura ir poco a poco.
Bella comenzó a soltar el embrague, pero de pronto de quedo estática, como cegada por algo.
— ¡Oh! —soltó de pronto entre un jadeo.

Descuido el embrague y la moto se fue hacia adelante y luego se fue encima de Bella. Reaccione tarde, Bella ya estaba en el suelo con la moto sobre ella. Me apresure a retirar la moto, aun no entendía que la había desconcentrado.

— ¿Bella? ¿Estás herida? —especule temeroso.
Ella no me respondió, comencé a temer que si lo estuviera.
— ¿Bella? —sacudí ligeramente su hombro para hacerla sentir bien.
—Estoy bien —murmuro pasmada.
La ayude a ponerse de pie… ella estaba como ida.

— ¿Te has dado un golpe en la cabeza? —pregunte preocupado.
—No lo creo —movió la cabeza para asegurarse de que estaba bien—. ¿No habré estropeado la moto, verdad?

—No, sólo has calado el motor Soltaste el embrague demasiado deprisa. —le explique. Ella se limito a asentir. Entendiendo la falla.

—Probaré de nuevo.

— ¿Estás segura? —me daba algo de recelo que lo intentara de nuevo.

—Afirmativo. —ella estaba segura de que eso quería. Asentí mientras ella trataba de arrancar, salto un poco para poder alcanzar el pedal, estuve junto a ella maniobrando cada vez que la moto amenazaba con tumbarla al suelo.
La moto respondió con un gruñido al toque más ligero. Mi sonrisa era ancha y la de Bella se correspondía con la mía.

—Suelta despacio el embrague —le recordé nuevamente.
—Suéltalo lentamente.
—Lo haré. —afirmo segura.

Poco a poco comenzó a arrancar, se alejo un par de metros de mi lado, y luego fueron kilómetros. Ya estaba algo lejos. Se mantenía firme, y se notaba que estaba bien agarrada.

Y woo se veía muy bien sobre esa moto. No me había fijado hasta ese momento. Por alguna razón Bella no daba vuelta a la moto, si no que se mantenía a la misma velocidad. Llego la curva y ella se mantenia igual.

¿Bella, que haces?, grite en mi mente.

La moto se sacudió hacia los lados, se fue directo hacia un muro verde, rece por que cambiara de dirección o utilizara el freno de que estaba en el tablero para detenerse. Pero no todo su peso impulso la moto hacia el suelo, cayendo de lado. Se deslizo por la arena húmeda.

Hasta quedar en la zona llena de musgo. Veía todo esto mientras arrancaba la moto.

Pise el acelerador y avance a gran velocidad, frene cerca de ella, y de un salto baje de la moto dejando tirada en el suelo.

— ¡Bella! —grite mientras me acercaba a ella.

La motocicleta la aplastaba completamente. Mi corazón saltaba asustado, seguramente era mi culpa. Si, en definitiva lo era. estaba junto a ella pero mi corazón se sentía tan lejos del suyo, temeroso de que Bella estuviera muy herida. Trague saliva asustado.

2 comentarios:

  1. Encantador, simlemente lindo el capitulo es uno de mis favoritos Angela y te quedo muy bien. Espero el siguiente, para leer lo que continua de esta aventura de las motos.

    Besos y abrazos,

    LISY

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  2. pobre jake tan preocupado por ella!!! ahora voy a seguir leyendo!!!

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