Los personajes referidos a la saga Crepúsculo que son usados en este blog son propiedad de Stephenie Meyer.

octubre 04, 2011

Cap. XL

El fin de una oportunidad, el comienzo de una vida sin luz

Sentí la mirada de Bella clavada sobre mí, pero yo no podía apartar la mirada del chupasangre.

— ¿Hay algo más que necesites, Jacob? ¿Deseabas meterme en problemas? Misión cumplida —dijo molesta— Charlie quizás me mande a un internado militar, pero eso no me alejará de Edward. Nada lo conseguirá. ¿Qué más quieres?

Mantuve la vista clavada en el chupasangre, ignorando a Bella. Concentrándome en mi labor como miembro de la manada. Luego tendría tiempo para lidiar con mis estúpidos sentimientos.

— Sólo me falta recordar a tus amigos chupasangres unos cuantos puntos clave del tratado que cerraron —ellos no pueden morder a un humano, no matar; si no morder, si lo hacen faltarían al tratado impuestos por nuestros ancestros; y si n fuera por ese tratado ya yo me abrir enzarzado en un lucha con el maldito que tanto daño le ha hecho a la única mujer que ha conseguido sacarme más de una sonrisa necia— Ese tratado es la única cosa que me impide que le abra la garganta aquí y ahora.

— No los hemos olvidado —exclamo este sin inmutarse aparentemente por mis pensamientos.

— ¿Qué puntos clave? —al parecer Bella no sabia los detalles del tratado. Decidí informarla, mientras escupía palabras de odio y asco a la sanguijuela que estaba a pocos pasos de mí y que moría por despedazar y quemar.

— El tratado es bastante específico. La tregua se acaba si cualquiera de vosotros muerde a un humano. Morder, no matar —especifique mientras giraba la vista hacia ella.

Bella duro unos segundos en entender, cuando su rostro palideció; supuse que era lo que cruzaba por su mente, ella no contaba con esa parte del tratado; si alguno de sus chupasangre llegaba a morderla el tratado se rompería y yo tendría mi oportunidad de acabar con ellos y de salvarla a ella.

— Eso no es asunto tuyo —dijo con la mirada fría. Al parecer ella contaba con que eso pasara, contaba con que la mordieran… quería ser uno de ellos.

— Maldita sea si no... —claro que era. Pero no pude decir más por que mi cuerpo se agitaba bruscamente; me lleve los puño a la frente en un intento fallido de controlarme, cerré los ojos intentándolo una vez más mientras mi cuerpo se doblaba ante la presión de las sacudidas, me dieron ganas de vomitar a medida que pasaba a la convulsión.

— ¿Jake? ¿Estás bien? —escuche a unos pasos de mi.

Escuche como daba un paso hacia mí, pero en ese la sanguijuela se interpuso en su camino…
— ¡Ten cuidado! ¡Ha perdido el control! —escupió.

Cuando comenzaba a respirar mejor, volví atrás con el odio carcomiéndome, yo jamás la lastimaría… ni mucho menos llegaría a hacerle el daño que le había hecho
— ¡Arg! Yo nunca le haría daño a ella.

Bella se mantenía expectante, mientras mis manos temblaban el chupasangre que mantenía un brazo delante de Bella siseo bajo en señal de advertencia. No pude evitar apretar los puños fuertemente, mi control estaba fallando pero no debía flaquear tan cerca de Bella.

— ¡BELLA! —Grito Charlie furioso desde la casa—. ¡ENTRA AHORA MISMO!

— Mierda —exclamo Bella luego de un profundo silencio.

Me permití sentirme culpable durante ese minuto, Bella se las iba a ver verdes con Charlie.

— Siento mucho esto —susurre—. Tenía que hacer lo que pudiera... Tenía que intentarlo.

— Gracias —exclamo Bella casi con sarcasmo pero su voz temblorosa arruinaba el efecto.

— Sólo una cosa más —hablo la sanguijuela, clavo la vista en mí—. No hemos encontrado rastro alguno de Victoria a nuestro lado de la línea, ¿y vosotros?

Recordé lo estúpidamente que la habíamos perdido, era el mejor momento, con Bella lejos… y aún así se nos había escapado cuando casi la teníamos.

— La última vez fue cuando Bella estuvo... fuera —comencé a explicar algo molesto por tener que darle explicaciones — Le dejamos creer que había conseguido infiltrarse para estrechar el cerco, y estábamos preparados para emboscarla… Pero entonces salió disparada, como un murciélago escapando del infierno. Por lo que nosotros creemos, captó tu olor y eso la sacó del apuro. No ha aparecido por nuestras tierras desde entonces.

— Cuando ella regrese, no es ya problema vuestro. Nosotros...

— Mató en nuestro territorio —exclame molesto, el no era quien para decir que podíamos o no matar—. ¡Es nuestra!

— No... —se quejo Bella con la voz apesumbrada.

— ¡BELLA! —Grito Charlie furico una vez más… y más exasperado que antes— ¡VEO EL COCHE DE EDWARD Y SÉ QUE ESTÁS AHÍ FUERA! ¡SI NO ENTRAS EN CASA EN UN MINUTO...! —dejo la amenaza ahí, dejando en claro que saldría a buscarla si no entraba.
—Vámonos —le pidió el chupasangre.

Bella clavo su mirada algo triste en mí. Me sentí mal por el problema que le había causado en un momento de enojo y desenfreno.

— Lo siento —murmure tan bajo que no estaba seguro de que me fuera escuchado—. Adiós, Bella.

— Lo prometiste —exigió aún tristemente—. Prometiste que siempre seríamos amigos, ¿de acuerdo?

No pude evitar sacudir la cabeza esa posibilidad ya no se hallaba a mi alcance, quemas quería
yo que mantenerme con ella, manteniéndola segura junto a mi… pero ahora ella estaba con los chupasangres… de nuevo, y una alianza en contra de nuestras naturalezas no será ni sea posible.

— Ya sabes que intenté mantener esa promesa, pero... no veo cómo va a ser posible. No ahora... —respire hondo, mi voz fría e indiferente solo lograba lastimarme a mi, odiaba apartarme de Bella y el corazón se me partía de solo imaginar no verla de nuevo—. Te echaré de menos —solté con la voz rasposa mientras extendía una mano hacia ella queriendo alcanzar y estrecharla entre mis brazos, alejarla de esos inhumanos y hacerla feliz a mi lado.

—Yo también —exclamo mientras extendía también su mano en mi dirección.

Quise correr hacia ella y abrazarla, tan fuerte que su cuerpo se uniera al mío.

— Jake... —susurro con un dolor claro en la voz.

Avanzo un paso hacia mí, y yo quise que fuera más, que estuviera otra vez bajo mi protección, quería cuidarla y velar por ella.

En ese instante el chupasangre la empujo hacia atrás, cubriéndola otra vez de mi como si fuera hacerle daño, cuando era claro que ella quería acercarse a mi, a esa única persona que la había apoyado y le había ofrecido su amor sincero cuando el no estaba.

—Todo va bien —hablo Bella en voz queda mientras miraba a su chupasangre, pero ya mi sangre hervía.

— No, no va bien —dijo él mientras analizaba mi estado.

— Suéltala —exigí colérico—. ¡Ella quiere que la sueltes!

Avance sin meditarlo hacia ella, si debía desatarse una lucha aquí, a la orilla de la casa de Bella para que el la soltara lo haría. Daría todo por ella.

Me estremecí una vez más cuando el chupasangre se dio la vuelta para hacerme frente.
— ¡No! ¡Edward...!

— ¡ISABELLA SWAN! —gritaba Charlie.

— ¡Vámonos! ¡Charlie está como loco! —pedía Bella frenética mientras el vampiro me encaraba y respiraba lentamente sopesando la deliciosa idea de acabar conmigo, pero no tanto como yo deseaba matarle—. ¡Date prisa!

El logro relajarse y comenzó a caminar con Bella, pero manteniendo su vista clavada en mi. Arrugue el entrecejo, sosteniéndome con fuerza a ese suelo, para no saltar sobre el y reclamar lo que era mío. Luego vi todo desde una perspectiva diferente, ya no era la lucha lo que me afligía, era ver partir a Bella, dese gritarle Que Quowle, que significa quédate conmigo, para siempre… pero no pude hacer más que verla alejarse de mi… perderla… por un ser sin alma, que había casi acabado con la de ella.

Mientras estaba ahí, de pie plantado analice la situación… Bella se había ido de mi lado… lo que creí una oportunidad solo había sido la ocasión perfecta para destrozarme a mi mismo.





La amo y... no pienso darme por vencido.. todo continuara en
Eclipse

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