Los personajes referidos a la saga Crepúsculo que son usados en este blog son propiedad de Stephenie Meyer.

marzo 22, 2011

Cap. V

Un amigo: entra a tu casa y dice buenas. Un mejor amigo: entra y se va directamente a tu cocina.

- Hey Jake, ¿que paso, donde andabas? –Quil seguía sentado con los muchachos alrededor de lo que quedaba de la fogata.
- Estaba con Bella.
- ¿Quien? –pregunto Embry.
- La hija de Charlie
- Pues, ¿no que se llamaba Isabella? –hay personas que tienen un cerebro de adorno.
- Si, así se llama, pero prefiere que le digan Bella. –le dije en tono molesto.
- ¿Te paso algo? –como que si se notaba que aun estaba perturbado por ese “amigo”. Y además me estaba dando vueltas en la cabezota la famosa leyenda.
- Nada, es solo que conocí a alguien desagradable. –aunque no creyera en la historia, prefería que nadie supiera que la había revelado. – ¿nos vamos de una vez? –pregunte impaciente.
- Bueno, pensábamos quedarnos un rato más. Quédate con nosotros –ofreció.
- No hermano gracias, prefiero irme a casa.
- Esta bien –casi tuvo que gritar, ya yo estaba de espalda y a varios pasos de el.

Me fui caminando solo hasta mi casa, no podía evitar pensar en Bella, sus grandes y hermosos ojos color chocolate me derretían, sus delgados y esbeltos dedos, su delicada sonrisa, toda ella me hacia suspirar.

Llegue a casa con la mente empañada. Bella ocupaba cada uno de mis pensamientos, era ilógico pero así me sentía, ella había regresado al pueblo en el momento justo en que se iniciaba en mi una soledad en proceso de desarrollo, nunca lo había pensado de esa manera, pero esas eran las circunstancias que me afectaban, que me ponían a pensar, aunque tratara de no darle importancia, si me sentía solo; y Bella… pues simplemente era perfecta y el destino la había traído hasta aquí, y ahora era mi turno de actuar.

- ¿Y esa cara? –había cruzado la puerta de la casa, la verdad es que no sabia en que momento había sido, pero estaba en la cocina, con las narices dentro de la nevera, pero buscando sin buscar en realidad, mi estomago controlaba a mi cuerpo.
- ¿Que, cara de que?
- Esa cara de ponchado que traes…!!!
- No es nada, es solo que… -en definitiva no era buena idea confesarle que le había contado a Bella la historia de la tribu; pero describirle a Bella, que la había conocido, habíamos hablado; si que seria bueno, tenia días fastidiando para que saliera con alguna de las chicas de la reservación, pero ya había visto a la mayoría, prácticamente habíamos crecido todos juntos. Ninguna me llamaba la atención. –Conocí a la hija de Charlie –le solté por fin.
- Vaya, que bueno –parecía mas entusiasmado de lo debido. –y que, ¿hablaron?
- Si, por un rato. Me estuvo preguntando por Rachel y Rebecca. –no era mentira, solo no era la verdad completa.
- ¿Y como le va con la pickup?
- Bien, esta orgullosa de su auto. –me reí internamente, recordando la conversación con Bella.
- Que bueno, emm… ¿y Charlie?
- No hablamos mucho de el, supongo que esta bien. –papá sentía cierto remordimiento, Charlie se había molestado por que los chicos de la reserva no habíamos querido ir la hospital desde que el doctor Cullen estaba trabajando allá, papá mantenía su fidelidad en base a una fantasía.
- Si, eso espero. Bueno ¿Y que tal te pareció Bella? –estaba casi seguro de que iba a llegar a ese punto; solo estaba dando vueltas como un perro para echarse.
- Muy bien –no me sentía obligado a esconderlo, en realidad me agradaba, y al parecer yo también ella, pero mientras seriamos amigos, yo tampoco quería apresurar las cosas; pero ya sentía necesidad de verla.
- Bueno un día de estos me voy a dar una vuelta por donde Charlie, podrías acompañarme.
- Seria genial –la emoción que destilaron mis palabras dejaba mucho que desear. ¿Cuando podemos ir? –trate de que esta vez mis palabras no sonaran tan desesperadas.
- Vaya, si que te cayo bien Bella –había fallado en mi estúpido intento por parecer indiferente –quizás en unos días.
- Bueno está bien, me avisas. –ya no tenia remedio negar que deseaba ver a Bella, era algo… obvio. –me voy a acostar.
- Esta bien hijo, hasta mañana. – ¡Esta noche no podre dormir!, pensé mientras caminaba por el corto pasillo hasta mi habitación.

Y así fue, estuve dando vueltas y vueltas en mi pequeña cama, aparentaba ser un pollo en plena cocción; a veces me perdía en mis pensamientos y se me olvidaba que estaba en una cama angosta, me caí unas tres veces de ella.

A la mañana siguiente, me desperté cuando el sol estaba en su punto más alto, me sentía un poco cansado; no supe en que momento caí en la inconsciencia, pero daba las gracias por haber logrado conciliar el sueño.

Ya era tarde para ir al centro a buscar unas tuercas y una llave que necesitaba, hacia unos días se había roto, quizás por la oxidación extrema que presentaba por tanto tiempo de uso. Me vi obligado a desistir de mis planes, me limite a bañarme para luego ir a la cocina, papá no estaba, quizás había salido a donde Harry; fui hasta la cocina, busque unos huevos en la nevera, y revolviendo las viejas gavetas casi de mi tamaño, encontré una bolsa con pan; prepare unas tostadas con huevo, bueno en realidad eran varias tostadas… con varios huevos.

Me senté en la mesa con pereza, como siempre estaba deliciosa la comida; termine de comer, me quede un rato sentado en la pequeña silla, debatiéndome internamente con una alocada lluvia de ideas…

¿Será que llamo a Bella?

No debe estar en clases

¿Y si no?

Me levante de la silla molesto conmigo mismo, necesitaba buscar otra distracción, camine hasta el sofá, me deje caer con flojedad, fui pasando los canales del televisor, para mi frustración nada me llamaba la atención, la mayor parte de los canales presentaban películas o series románticas, era desquiciante y quizás un poco inapropiado en ese momento; eche el ojo hacia el teléfono unas diez veces, y desistí de llamarle unas veinte. Sumergido en mis pensamientos, cuestionando mis posibles y estúpidos actos me quede dormido…

Pasaron un par de días y había desistido de la idea de llamar a Bella, ahora me parecía algo loco solo de pensarlo. Una mañana estando repantigado en el sofá, Alguien toco la puerta, estaba tan sumergido en mis pensamientos; que ese simple sonido me tomo desprevenido, al levantarme tropecé con la esquina de una estúpida mesa, y me golpee el estúpido pie… fui refunfuñando hasta la puerta, saltando en un pie y con el otro entre mis manos, componiéndome del golpe.

Abrí la puerta con desanimo, boom… que sorpresa era Quil... puff bonita manera de comenzar mi día, bueno mi tarde.
- ¿Que se te perdió? –solté de mala gana cuando entro.
- Valla, buenos días pata ti también.
- Mis disculpas señor sensibilidad… ¿en que puedo ayudarlo? –había practicado tanto hablar de forma sarcástica, que casi me salía perfecto.

Comenzó a caminar hacia la cocina sin contestar mi pregunta, abrió la nevera y se devoro unos sándwiches que había preparado papá, quizás para mí; bueno con un mejor amigo como este, no se puede esperar que tu nevera tenga comida.

- Así esta mejor –dijo satisfecho – ¿vas a ir a comprar la llave que se te daño?
- No lo se, ya es tarde. ¿Por qué?
- Quería aprovechar la cola, necesito comprar unos comestibles, cerca de la tienda automotriz donde vas.
- Bueno, vamos. –no tenia muchas ganas de salir, tenia sueño. Pero si no iba, seguramente el estaría aquí en mi casa, los próximos días; invadiendo mi cocina, es peor que un acure cuando tiene hambre.
Papa, había pedido prestado un auto hacia unos días. Teníamos como ir hasta allá, el auto no era elegante ni muy rápido pero al menos lograba su propósito.

- Tendremos que irnos en este. –le dije con poco animo mientras buscaba las llaves.
- No hay rollo, es mejor que ir caminando. –bromeo Quil. Nos fuimos hasta el pueblo, me detuve frente a un supermercado y Quil se bajo.
- Vengo ahora –le dije desde la ventana. El asintió desde afuera y entro. Arranque el auto y me detuve un par de metros más adelante.
- Buenas tardes, ¿en que puedo ayudarlo? –me pregunto el encargado al entrar al llegar frente al mostrador de la tienda.
- Necesito una llave de torsión.
- Ya se la busco. –respondió el encargado, y rápidamente se dio la vuelta y se fue hacia los grandes estantes que estaban atrás del mostrador, luego de unos segundos llego con la llave.
- ¿Cuanto cuesta? –le pregunte al vendedor cuando estuvo frente a mi con la llave.
- $95,00. –tarde un rato en reaccionar, y darme cuenta que tenia la mandíbula caída. Tenía exactamente 100$ pero no contaba con gastar más del 90%, pero necesitaba la llave, y estaba seguro que desde la última que compre una a 35$ tendría que haber subido de precio.

Busque la billetera, y con renuencia saque el dinero y se lo entregue, el metió “mi” dinero en la caja y me dio el vuelto (5,00$) que poquito.

- Gracias por su compra. –me entrego la bolsa, estuve a punto de decirle gracias a usted, pero no el si me tenia que dar las gracias, dejaba el poco dinero que tenia ahí. “Necesitas la llave” me dije a mi mismo.
Cuando sali Quil estaba de pie junto al auto, tenía una bolsa en las manos.
- ¿Conseguiste la llave?
- Si, lamentablemente.
- ¿Muy cara?
- Para mi, si.
- Bueno al menos ya puedes continuar reparando el auto.
- Woo, el lado positivo. Cierto.
- Deja el sarcasmo, vámonos.
Maneje rápido hasta la Push, pase a dejar a Quil, me dio las gracias y seguí mi camino hasta el garaje de mi casa.
Cuando alcance a ver el frente de la casa, divise a papá sentado en su silla, en la entrada de la casa, suspire profundamente, estacione y camine holgazanamente hasta donde se encontraba.

- ¿Sucede algo? –le dije cuando estuve frente a el.
- Mañana voy a ir a que Charlie, hay juego. –la tv se había dañado hacia unos días, y papá no podía perderse un juego.
- Ok. –papá puso su mejor mirada persuasiva. – ¿que? –Le pregunte confundido – ¿quieres que te acompañe? –llegue a esa conclusión, yo quería ver nuevamente a Bella; y no era una novedad para papá.

3 comentarios:

  1. exelente capitulo angela creo ke soy la primera ke lo lee me gusto, sobre todo lo de la compra,aver ke pasa en la casa de bella.!!
    vas muy bien cuidate byebye...!!!

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  2. Wow es lo unico que puedo decir, Angela tu manera de escribir mejora cada dia, me encanto la frase "Un amigo: entra a tu casa y dice buenas. Un mejor amigo: entra y se va directamente a tu cocina." jijiji

    Bueno soy la segunda en dejarte un comentario en este capitulo ... hasta el proximo.

    Cuidate y besos
    Atte. Rosy

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  3. Que bien te quedo el capitulo Angela, me gusta lo detallada que eres para describir ecenas y lo que hacen los personajes.

    Saluditos,

    LISY

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