Los personajes referidos a la saga Crepúsculo que son usados en este blog son propiedad de Stephenie Meyer.

marzo 24, 2011

Cap. VI

El gran día... ¡Si claro!

Esa noche dormí intranquilo, pensado en que pasaría cuando llegara a donde Bella, habían pasado varios días desde aquella vez en First Beach; cuando hablamos y fuimos cómplices del antiguo secreto. Ahora no sabia si me recordaba, quizás no me espera por allá tan pronto… bueno… solo puedo saberlo, llegándome a su casa.

En la mañana me desperté con un tanto de sueño, me desperece y me fui a dar un baño; pase por el cuarto de papá, me apoye en la puerta y escuche el ronquido estruendoso de el. Aun dormía.

Fui hasta la cocina, todavía era temprano así que me extendí en el desayuno, busque todo lo necesario para preparar unas panquecas; mientras se cocinaba una de ellas fui preparando el café; papá se ponía de mal humor y gruñía todo el día si no bebía su taza de café; agarre la sartén del mango y la alcé con fuerza hacia arriba, la panqueca salto de la pequeña plancha, dio una vuelta en el cielo para luego caer donde mismo. Cuando termine de cocinar papá estaba haciendo presencia en la olorosa cocina.

- Valla, que bien huele. ¿Madrugaste?
- Algo así. Acomódate cerca de la mesa, para servirte el desayuno.
- Bien. –movió la silla de ruedas cuidadosamente hasta quedar frente a la mesa.
Le serví primero a papá, las panquecas y el café, busque en la nevera la jarra de jugo, tome un par de vasos y los llene con el jugo de naranja.
- Ten –le dije mientras colocaba el vaso a su lado. El estaba bebiendo su café.
- Gracias jake. –estaba más que satisfecho con la comida. En realidad espero no olvide que hoy iremos a donde Bella.
- ¿Me vas a acompañar hoy a donde Charlie? –JA… me leyó la mente…!!!
- Si papá. Tú no puedes andar solo por ahí todo el tiempo.
- Si eso… y que también quieres ver a Bella.
- Un poco de ambas.
- Eso lo se mejor que tu.
- Satisfecho entonces. –replique sarcásticamente.

Me levante de la vieja silla casi descolorida, recogí los platos y vasos y los lleve hasta el lavadero, termine de fregar pronto; era lo mejor de vivir solo nosotros dos.

- Voy a estar en el garaje –le dije mientras cruzaba la puerta –me avisas cuando estés listo para irnos.

No le dio chance de responderme, pero sabia que había alcanzado a escuchar. Busque en el estante rojo, un tanto viejo pero fiel; estaba la llave de torsión que había comprado. Levante el capón del auto y comencé a ajustar las tuercas donde iría la batería. Otra cosa que me faltaba por comprar, Paul me ofreció una hace días atrás, necesitaba algunos ajustes, me la estaba regalando; era mejor que aprovechara esa opción, necesita el dinero para el cilindro maestro y no tenia lo suficiente como para comprar ambos. El sol se escondió luego de unos minutos, bueno fueron horas, pero cuando estaba en el garaje estas pasaban por mi lado y yo ni las saludaba.

- ¿Jake…? –escuche la voz de mi padre afuera, mas allá del portón del garaje. Ven a comer, ya es tarde –proclamo.
- Voy. –grite.

Guarde las cosas, y fui rápido hacia el lavado; me limpie las manos con un desengrasante y luego con un buen jabón para quitar el penetrante olor. Fui hasta la casa y me di un baño rápidamente y me vestí apresurado Sali de mi habitación y me senté a comer un poco de pasta con carne que papá había cocinado.

Busque las llaves del pequeño auto negro que nos habían prestado, y maneje lento hasta la casa de Charlie, no queria que Billy interpretara lo que creo que ya sabia… tenia prisa por ver a Bella… Así que debía disimular aun un poco.

Llegamos frente a la casa de Charlie, no divisaba el coche patrulla en ninguna parte, comencé a bajar la velocidad… busque con la mirada la vieja pickup de Bella, ahí estaba… pero no lo fue lo único que logre captar, un auto negro, muy “actual” venia de frente hacia nosotros a varios metros .

Me detuve frente a la casa, no quería bajar hasta saber quien venia en el otro auto que ya se encontraba frente a nosotros, estaba oscuro y llovía de forma incesante, mantenía las luces encendidas pero no lograba ver bien al conductor, estaba inclinado sobre el asiento del copiloto, luego de unos segundos se reclino nuevamente en su asiento y pude ver de forma escasa las facciones de Bella. ¿Pero quien era el?, no lo reconocía. Gire hacia mi padre para preguntarle si conocía al conductor del auto negro lujoso. Pero el tenia los ojos desorbitados y la mandíbula apretada. Era una expresión de rencor.

Bella bajo del auto, mientras miraba hacia nosotros, quizás aun no me había reconocido.
El auto del frente acelero y los neumáticos chirriaron de forma sonora. Nos paso por un lado, papá no despego la vista de este hasta que hubo desaparecido en la oscuridad. Bella aun miraba confundida en nuestra dirección.
- Hola, Bella –la llame estando aun dentro del auto.
- ¿Jacob?
Apague el motor del auto y comencé a bajar de el mientras Charlie venia llegando en el coche patrulla, nos alumbro con las casi cegadoras luces. Bella giro su rostro hacia mi ya yo me encontraba fuera del auto, cuando nos miradas se encontraron sonreí satisfecho. Camine hacia el asiento del copiloto para ayudar a bajar a papá, abrí la puerta pero papá estaba concentrado observando a Bella, ella le ofreció una dulce sonrisa que luego se desvaneció por la fuerte mirada de Billy, aun no entendía a que se debía.

- ¡Billy! –llamo Charlie a papá, tan pronto estuvo fuera del coche.
Bella camino hacia la casa, yo no lograba apartar mí vista de ella, cuando se encontró bajo techo, a salvo de la lluvia, volteo hacia mí y con señas me indico que entrara. Charlie se acerco hacia nosotros y saludo a papá con abrazos, estaba feliz de que estuviéramos allí.
- Jake, voy a hacer como que no te he visto al volante –Jajaja me reí en mi fuero interno de muy gana.
- En la reserva conseguimos muy pronto los permisos de conducir –replique.
- Seguro que sí –dijo Charlie entre risas.
- De alguna manera he de dar una vuelta. –contesto papá, estar en la silla de ruedas le dificultaba salir, solo contaba conmigo.
Charlie me ayudo a bajar a papá del auto para luego poder sentarlo en la silla de ruedas. Bella nos observaba desde la entrada de la casa.
Charlie venia detrás de Billy empujando su silla, bella se aparto de la entrada para permitirles entrar, Charlie y papá se sacudieron la lluvia apenas estuvieron dentro, y mas atrás yo repetí sus gestos.
- Menuda sorpresa –decía Charlie más que complacido.
- Hace ya mucho tiempo que no nos vemos. Confío en que no sea un mal momento. – respondió papá, quien no aparaba los ojos de Bella, yo aun no entendía porque papá estaba tan raro, luego de haber visto al conductor del otro auto, se había tensado un poco.
- No, es magnífico. Espero que os podáis quedar para el partido. –ofreció Charlie, yo sonreí complacido.
-Creo que ése es el plan... Nuestra televisión se estropeó la semana pasada. –papa me miro con una extraña sonrisa, y para mi condenada privada tuvo que añadirle un toque a la frase.
- Y, por supuesto, Jacob deseaba volver a ver a Bella. –fruncí el ceño un tanto molesto, papá no lograba guardarse un hecho que era constatable pero que no debía ser divulgado… como creí que me guardaría el secreto y se mantendría a ralla. Agache la cabeza apenado.
- ¿Tenéis hambre? –pregunto Bella mientras caminaba hacia la cocina.
- No, cenamos antes de venir –le respondí.
- ¿Y tú, Charlie? –pregunto mientras terminaba de ingresar en la esquina de la cocina.
- Claro –replicó Charlie mientras caminaba hacia el gran sofá, con papá atrás andando sobre la silla de ruedas.
Me escudriñe hacia la cocina, y me detuve a las espaldas de Bella.
- Bueno, ¿cómo te va todo? –le pregunte, deseoso de poder hablar con ella.
- Bastante bien –respondió sonriente. – ¿Y a ti? ¿Terminaste el coche?
- No –me frustraba lo lento que avanzaba con la reparación del auto –Aún necesito piezas. Hemos pedido prestado ése —le dije mientras levantaba la mano y señalaba con el pulgar en dirección al patio delantero.
- Lo siento, pero no he visto ninguna pieza. ¿Qué es lo que estáis buscando? –sabia que aunque viera la pieza no la reconocería jajaja.
- Un cilindro maestro –conteste con una ancha sonrisa; luego recordé otro auto. – ¿Hay algo que no funcione en el monovolumen?
- Ah? –dijo confundida.
- Me lo preguntaba al ver que no lo conducías. –le explique.
- Di un paseo con un amigo. –respondió mientras cocinaba, no apartaba la vista de su labor.
- Un buen coche –comente con aspaviento –, aunque no reconocí al conductor. Creía conocer a la mayoría de los chicos de por aquí. –trate de persuadirla para saber la identidad del chico, no sabia quien era… pero había causado una sensación incomoda en mi padre... y a mi me perturbaba un poco que Bella anduviera con compartiendo el estrecho espacio de un auto. Pero ella misma me había aclarado que solo era un amigo. Ella asintió con la mirada aun fija en las sándwiches.

- Papá parecía conocerle de alguna parte. –le explique.
- Jacob, ¿me puedes pasar algunos platos? Están en el armario de encima del fregadero.
- Claro. –camine hacia el armario y tome los platos en silencio.
- ¿Quién es? – pregunte aun curioso mientras colocaba los platos sobre la encimera, cerca de Bella. Con un profundo suspiro me contesto, casi a regañadientes a mi parecer.
- Edward Cullen. –no pude evitar reírme, eso explicaba la reacción de mi padre, Bella aun permanecía seria, avergonzado trate de relajar mi rostro.
- Entonces, supongo que eso lo explica todo –declare –me preguntaba por qué papá se comportaba de un modo tan extraño.
- Es cierto. No le gustan los Cullen. –ella lo dedujo pronto, quizás recordando la vieja historia.
- Viejo supersticioso –dije casi en un susurro.
- No crees que se lo vaya a decir a Charlie, ¿verdad? –dijo de forma lanzada de repente.
- Lo dudo –respondí luego de un rato. – Creo que Charlie le soltó una buena reprimenda la última vez, y desde entonces no han hablado mucho. Me parece que esta noche es una especie de reencuentro, por lo que no creo que papá lo vuelva a mencionar.
- Ah – dijo de forma despistada.
Nos fuimos hacia la sala de estar, Bella le entrego la comida a su papá. Mientras transcurría el partido Bella y yo charlábamos. Ella observaba debes en cuando a Charlie y a Billy. No entendía muy bien porque pero estaba satisfecho de estar ahí a su lado.
Luego de un buen rato el partido terminó; para mi desconsuelo.
- ¿Vais a regresar pronto tus amigos y tú a la playa? – le pregunte a Bella mientras empujaba la silla de Billy hacia el umbral de la puerta.
- No estoy segura –contesto
- Ha sido divertido, Charlie –le dijo papá.
- Acércate a ver el próximo partido –le ofreció Charlie.
- Seguro, seguro –dijo Billy complacido –aquí estaremos. Que paséis una buena noche –luego miro a Bella y con una extraña mirada le dijo: Cuídate, Bella.
- Gracias –respondió ella bajito, tratando de esquivar la mirada acusadora y estúpida de papá, seguía persistente en sus creencias.

Fuimos hasta el auto, ayude a papá a subir. Charlie nos despedía con la mano desde la entrada de la casa. No alcanzaba a ver a Bella, pero estaba feliz y complacido de haber pasado con ella ese tiempo. Fue un buen día… mas no el gran día que esperaba con ella… su llegada con el chico “Cullen” me había caído un tanto mal… tratare de pasarlo por alto…me propuse. Pero papá no me lo permitiría.

- No puede creer que Bella ande con ese chico. –escupió papá apenas cruzamos la esquina de la calle, va a ser un largo camino hasta la Push..!!!


2 comentarios:

  1. angela exelente capitulo me encanto vas muy bien scribes bien chido, ya tiene mas sabor con los con los celos de jacob!!!.... cuidate besos

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  2. Que mala honda del papa de ponerlo en evidencia ante Bella, lo hace sentir mal. Al menos ya se concerto el regreso a ver otro juego y con ello el ver a Bella otra vez, aunque parece que ella ya no quiere ir a La Push.

    Angela, esta bien explicado todo el capitulo.

    Besos y abrazos,

    LISY

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