Los personajes referidos a la saga Crepúsculo que son usados en este blog son propiedad de Stephenie Meyer.

diciembre 13, 2011

Cap. V

Guardándole Secretos… ¡Que Bonito!

No me levante del sofá por horas, esperando a que sonara el estúpido y decrepito teléfono…

Mi desesperación era mayor que mi muy reducida paciencia… alargue la mano y tome el teléfono de nuevo, estaba seguro que en cualquier momento Charlie me mandaría al diablo mientras siguiera importunando…

En medio de un repico, contestaron.

— ¿Diga? –hablo Bella.

— Has regresado —exclame en medio de un suspiro de alegría y tranquilidad. Trate de relajarme para no dejar entrever lo feliz que me hacia escuchar de nuevo su voz y saber que estaba bien y lo más importante que estaba viva.

Bella mantuvo silencia por unos minutos, mientras yo recordaba cuando la extrañaba y la añoraba mi corazón, cuando deseaba que estuviéramos como antes, en mi garaje, solos sin el maldito chupasangre, extrañaba enormemente esos días de jóvenes atolondrados… extrañaba ser solo Bella y yo… extrañaba a a mi mejor amiga y a la chica que amaba.

—Sí —contesto Bella al rato. Recordé que estaba al otro lado de la línea y debía contestar… no sabía bien que decir… tenia horas esperando para hablar con ella y en el momento me quedo frio… era culpa de ella por no llamarme.

— ¿Por qué no me has llamado? —pregunte un tanto molesto.

— Porque llevo en casa exactamente cuatro segundos y tu llamada interrumpió el momento en que Charlie me estaba diciendo que habías telefoneado. —dijo cortante, obviamente molesta por mi odiosa pregunta.

— Oh. Lo siento. —me disculpe sintiéndome algo culpable.

— Ya. Y dime, ¿por qué agobias a mi padre?

— Necesito hablar contigo.

— Seguro, pero eso ya lo tengo claro. Sigue.
No podía soltarle de una lo que quería… si estaba el chupasangre junto a ella podía pedirle que me lo comunicara, pero no era mejor hablar de frente, donde hubieran testigos y así evitar un enfrentamiento, no estaba de humor para aguantarme el regaño de Sam.

— ¿Vas a ir a clase mañana? —pregunte por fin.

— Claro que iré, ¿por qué no iba a hacerlo?

— Ni idea. Sólo era curiosidad.

Disimule lo más que pude… tratando de evitar sospechas. Necesitaba hablar de forma segura con el chupasangre y recordarle que no podían volver a pasar a nuestras tierras, o las cosas se pondrían peor.

— ¿Y de qué quieres hablar, Jake?

Dude unos segundos, mientras decidía. Busque algo básico y convincente.

—Supongo que de nada especial. Sólo... quería oír tu voz.

—Sí..., lo entiendo... Me alegra tanto que me hayas llamado, Jake. Yo... —enmudeció como siempre… no sabía que más decir claro está. Y yo prefería dejar eso así y no darle más vueltas al asunto de nosotros.

—He de irme —avise.

— ¿Qué? —exclamo desconcertada.

—Te llamaré pronto, ¿vale? —prometí.

—Pero Jake... —protesto y decidí colgar antes de que mi fuerza de voluntad se fuera al cañado.

Me metí a bañar, y a la mañana siguiente me levante tan temprano que el sol no tenía pensado siquiera asomarse.

Camine hasta el garaje y saque mi moto negra…

— ¿A dónde vas tan temprano Jake?

— Buen día papá… voy a hablar con Bella.

— Deberías dejar eso así hijo… por tu bien.

— Esto no tiene nada que ver con ella… o quizás si un poco. Solo voy a hablar con el chupasangre, es mandato de Sam.

— Ten cuidado, por favor.

— Tranquilo, lo tendré.

Me estacione en la entrada al instituto… estuve esperando varios minutos hasta que vi llegar a Bella con el chupasangre en el carro de este.

Hablaron por varios segundos dentro del auto, el ya me había notado claro esta… pensé que la obligaría a quedarse dentro del auto, pero no… bajaron juntos. Venían caminando hacia mí, tomados de la mano, para mi gozo personal.

Los estudiantes que estaban a nuestro alrededor me observaban con miedo y recelo, mientras mi cara se volvía fría y dura a medida que se acercaban Bella y el chupasangre.

Cuando estuvieron frente al mi, el interpuso su cuerpo frente a ella, evitando que estuviera unos milímetros cerca de mí.

—Podrías habernos llamado —reclamo con voz queda el vampiro.

—Lo siento —-dije hipócritamente—. No tengo sanguijuelas en mi agenda.

—También podríamos haber hablado cerca de casa de Bella —si claro, donde no hubiera nadie y así pudieras hincarme los dientes—. Este no es el sitio apropiado, Jacob. ¿Podríamos discutirlo luego?

—Vale, vale. Me pasaré por tu cripta cuando terminen las clases —escupí con sarcasmo, lo que menso quería era hablar con él—.

— ¿Qué tiene de malo hablar ahora? —pregunte con molestia.

Mientras el chupasangre veía alrededor, a ese público curioso que no dejaba de estudiarnos; yo recordaba lo que debía hacer acá y por qué había venido, debía darle el mensaje de Sam, no podían ninguno de ellos… volverse a meter en nuestras tierras, o la próxima vez no terminaría así, acabaría mas de uno sin vida. Si es que eso era posible.

—Ya sé lo que has venido a decir —hablo luego de escuchar mis pensamientos—-Mensaje entregado. Considéranos advertidos.

El vampiro miro a Bella de una forma extraña. Cuando esta hablo entendí todo.

— ¿Avisados? —No sabía absolutamente nada—. ¿De qué estás hablando?

El no se inmuto y yo tampoco, hasta que escuche que ella me llamaba.

— ¿Jake?

Alcé una ceja en su dirección.

— ¿No te ha dicho que ese... —maldito chupasangre— hermano gigante que tiene cruzó la línea el sábado por la noche? —pregunte con ironía, en eso o mire a él de forma acusadora—. Paul estaba totalmente en su derecho de...

— ¡Era tierra de nadie! —replico el interpelado.

— ¡No es así!

No pude evitar alterarme estaba sudando y las manos me temblaban.

— ¿Emmett y Paul? —susurro Bella asombrada y sin entender todo muy bien.

Me sentí algo culpable, pero ella tenía derecho a saberlo.




1 comentario:

  1. Jake llama por telefono a Bella y se pone de nervios y sin poder hablar, pero frente a frente, ante Edward y Bella, sabe lo que tiene que decir y hacer aunque se ponga a sudar.

    Esta lindo el Jacob que estas desarrollando en la historia, Angela, me gusta este precioso chico.

    Besos y abrazos,

    LISY

    ResponderEliminar