Los personajes referidos a la saga Crepúsculo que son usados en este blog son propiedad de Stephenie Meyer.

septiembre 06, 2011

Cap. XXXIII

Conmigo siempre estará segura

Inevitablemente vino a una imagen a la mente de Sam… que fuera preferido obviarla. Pero ya era muy tarde, apenas la imagen comenzó a formarse en su cabeza yo la vi, y el dolor que me provoco no era normal, gimotee y caí sobre mis patas.

Bella estaba tiraba en medio del bosque, temblaba y no dejaba de llorar. Como si fuera un lamento imparable… Sam estaba a unos pasos de ella, fue la noche en que el maldito chupasangre la había abandonado, sola, a mitad del bosque.


Paul se tranquilizo casi por completo, cuando me vio así triste y desconsolado.
- Lo lamento –se disculpo Sam al ver que su recuerdo me había afectado demás– no quise pensar en eso. Sabes como es…

- Si, lo se, tranquilo. Es solo…

- Lo se, no es una imagen fácil.

- Maldito chupasangre.

- Ahorita no es el momento de pensar en eso, debemos concentrarnos en la vampira que anda tras Bella. Vamos a casa –con eso se refería a donde Emily, obviamente– debemos hablar con los demás y planificar una estrategia.

Mientras corríamos a casa pude ver como en su mente comenzaban a desarrollarse diferentes maneras de ataque y algunas trampas para poder atrapar a la asquerosa chupasangre.

- Siento mucho como reaccione –se disculpo Paul con una sonrisa en su hocico peludo que dejaba entrever sus enormes dientes.

- No hay problema, pero la próxima vez tendrás algo más que una cicatriz en el brazo. –replique en tono de broma.

- Diablos ya lo había olvidado.
Sam se fue primero a casa de Emily, yo me fui con Paul hasta mi casa a buscar un short para mi y otro para el y además calarme el medio sermón de papá por haber dañado otro par de zapatos.
Nos fuimos hasta donde Emily, Sam tenia poco de haber entrado a casa, Paul avanzo primero y se convirtió en humano nuevamente –ya estábamos acostumbrados a andar sin ropa entre nosotros, era parte de nuestra naturaleza como manada– se puso el short que había sujetado en la pata y camino hasta la entrada. Yo lo imite y le seguí. Desde afuera se podía oler el la comida. Emily era algo así como la mamá de los lobos, siempre nos atendía.

- Deberíamos practicar lucha libre entre nosotros más seguido –dijo sarcásticamente mientras me daba un leve golpe en el hombro.

Yo le devolví el golpe con un codazo en el estomago mientras reíamos.
Apenas entramos a la sala, urge con la mirada hasta que me encontré con la de Bella, estaba apoyada en la encimera, con gesto ausente y algo incomoda.

— Hola, Bella —le salude con una sonrisa para tranquilizarla y hacerla sentir un poco más cómoda. Cuando pase junto a la mesa tome un par de panecillos y me acerque hasta la posición de Bella—. Siento lo de antes —había sido mi culpa por llevarla hasta allá y además haber visto mi transformación—. ¿Qué tal lo llevas?

— No te preocupes, estoy bien. Estos panecillos están muy ricos —parecía que si estaba bien, tomo un panecillo mordisqueado y continuo comiéndolo.

— Pero tronco... —dijo Jared mientras el y Embry veían la cicatriz que le había hecho a Paul.
Ya casi ni se le notaba.

— Quince dólares —dijo Embry entre risas. Ellos siempre apostaban.

— ¿Se lo has hecho tú? —Bella parecía tranquila y hasta algo divertida.

— Apenas le he tocado. —me excuse entre risas— Estará como nuevo cuando se ponga el sol.
— ¿Cuando se ponga el sol? —a Bella le sorprendieron mis palabras, pues en una persona normal no se vería la cicatriz tan… cicatrizada.

—Cosas de lobos —explique en voz baja. Bella asintió aún sopesando mis palabras.

— ¿Y tú estás bien? —pregunto en un susurro preocupada por mi.

— Ni un arañazo —respondí alardeando.

— Eh, tíos —hablo Sam para hacer acopio de nuestra atención—. Jacob tiene información para nosotros. —les informo a Jared y Embry quienes se habían perdido mi comunicado.

— Sé lo que quiere la pelirroja —les avise a ambos, aunque todos estaban pendiente, incluyendo Emily—. Es lo que estaba intentando deciros antes —agregue irónicamente mientras daba un puntapié a la pata de la silla que traía Paul.

— ¿Y? —inquirió Jared queriendo saber el resto.

Sin importar cuantas veces lo dijera, siempre se me tensaban los músculos y me hervía la sangre.

— Pretende vengar a su pareja... sólo que no se trataba de la sanguijuela de cabello negro a la que hemos matado. Los Cullen se cargaron a su chico el año pasado, así que ahora ella va a por Bella.

— Es sólo una niña —replico Emily sorprendida. Jared y Embry estaban igual de sorprendidos.

— No he dicho que tenga lógica, pero ésa es la razón por la que los chupasangres han intentado burlarnos—ahora todo estaba más claro— El punto de mira de la pelirroja está fijo en Forks —añadí.

Todos mantenían la vista fija en Bella, ella miraba hacia otro lado incomoda, como es normal en ella.

—Excelente —bramo Jared entre carcajadas—. Tenemos un cebo.
Que zopenco… animal tenia que ser… tome el abrelatas y se lo lance a Jared para apuntarle a la cabeza… aunque sabia que lo iba a agarra antes de que se estampara en su cara.
— Bella no es ningún cebo —replique entre dientes.

— Ya sabes a qué me refiero —Jared se mantenía imperturbable mientras dejaba el abrelatas en la mesa.

— En tal caso, tenemos que cambiar nuestras pautas —hablo Sam dejando de lado nuestra discusión—. Vamos a tenderle unas cuantas trampas, a ver si cae en alguna. Habremos de actuar por separado, aunque no me hace gracia, pero no creo que intente aprovecharse de que estemos divididos si es verdad que viene a por Bella.

— Quil debería estar con nosotros —susurro Embry repentinamente—. Así podríamos dividirnos en números pares —todos pensábamos en el, pero a ninguno le gustaba mencionarlo, no queríamos que el formara parte de esto. Aunque lo extrañaramos.

Instintivamente me sentí mal, abatido. Ya estaba más acostumbrado a mis destino, pero no quería… ninguno queríamos, que Quil formara parte de el.

— Bueno, no podemos contar con ello —explico Sam más calmado que los demás—. Paul, Jared y Embry se encargarán del perímetro exterior, y Jacob y yo del interior. Podremos permitirnos el lujo de venirnos abajo cuando la hayamos atrapado.

Emily observo a Sam preocupada por el grupo minoritario donde este se encontraría, Bella lo noto… volvió la vista hacia mí, su mirada estaba cargada de preocupación.

— Según Jacob, lo mejor es que pases todo el tiempo posible aquí, en La Push. Sólo por si acaso: así ella no podrá localizarte tan fácilmente.

— ¿Y qué pasa con Charlie? —pregunto Bella atemorizada.

— El torneo de baloncesto todavía no ha terminado —le explique la coartada—. Creo que Billy y Harry se las arreglarán para retener a Charlie en La Push cuando no esté trabajando.

— Esperad —hablo Sam mientras levantaba una mano. Miro a Emily y despapes volvió la vista a Bella—. Aunque Jacob crea que esto es lo mejor, debes decidirlo tú misma y sopesar muy seriamente los riesgos de ambas opciones. Ya has visto esta mañana con qué facilidad la situación puede volverse peligrosa y qué deprisa se nos puede escapar de las manos —Bella estaría a salvo en la Push, conmigo. Yo podía protegerla de quien fuera— No puedo garantizar tu seguridad personal si eliges quedarte con nosotros —hasta de mi? Que pensaba Sam? Yo no había lastimado a Bella en todo este tiempo, y no lo haría.

—Yo no le haré daño —aún así agache la cabeza avergonzado.

— Si hay otro lugar en el que te sientas segura...

Bella lo pensó unos instantes, sopesando quizás sus otras opciones. Aspire por que estas no fueran muy alentadoras y decidiera permanecer en la Push conmigo.

— No quiero atraer a Victoria a ningún otro lugar —explico en un murmullo bajo.
Sam asintió.

— Eso es cierto. Es mejor tenerla aquí, donde podemos acabar con esto de una vez por todas.
—Tendrás cuidado, ¿verdad? —Bella temblaba un poco, asustada por mí.
Aunque los demás se rieron por sus palabras, excepto Emily. Hasta yo me reí en voz queda. Pero pude sentir su preocupación; ella deseaba protegerme aunque era ella quien estaba en peligro y requería protección.

— La comida está lista —anunció Emily, terminando la conversación.
Todos nos sentamos alrededor de la pequeña mesa, Emily había colado una sartén en medio full de huevos revueltos, comenzamos a comer rápidamente, la comía desaparecía tras nuestras manos, era increíble cuento lográbamos comer.

Pasamos el día en la Push, Bella se quedo ahí conmigo. Papá había dejado un mensaje en la contestadora de Charlie en la comisaria. Invitando a este a venir a casa, cuando llegue trajo dos pizas tamaño familiar, de las cuales yo me comí una entera, y casi apelaba por la otra.
Charlie escudriñaba con la mirada a Bella y luego a mí durante toda la noche.
— Hey Jake, y ¿eso que te cortase el cabello?

— Por nada en especial —explique encogiéndome de hombros— estoy más cómodo así. —explique sabiendo que esas palabras tenían más de un significado, estaba más cómodo para esos momentos en que era lobo, el largo cabello me producía un largo pelaje que me limitaba la vista.
Al finalizar la cena acompañe a Bella hasta su auto, mientras Charlie estaba en el coche de patrulla. Pensé que este avanzaría primero, pero al contrario este no avanzo sino que fingió tener problemas con el cinturón, si no que mantenía la vista fija en nosotros.

— No pases miedo esta noche —le pedí a Bella—. Estaremos ahí fuera, vigilando.

— No me preocuparé, al menos por mí —afirmo. Nunca se preocupaba por ella misma, sino que se preocupaba por aquellos que estaban más seguros que ella.

—No seas boba. Cazar vampiros es muy divertido. Es la mejor parte de todo este lío.

— Si yo soy boba, entonces tú eres un perturbado peligroso.

Me reí entre dientes.

— Descansa un poco —le pedí— Se te ve agotada.

— Lo intentaré. —prometió.

Charlie tocó el claxon, intranquilo.

— Hasta mañana —seria una noche larga, no por la caza; si no por la lejanía—. Ven en cuanto te levantes.

— Lo haré.



No hay comentarios:

Publicar un comentario