Los personajes referidos a la saga Crepúsculo que son usados en este blog son propiedad de Stephenie Meyer.

abril 13, 2011

Cap. XIII

Sueños = Realidad

- No te vallas –le roge
- Debo irme.
- ¿Que te impide quedarte… que te obliga a irte?
- Alguien espera. –me explico con ojos tristes.
- Por favor, quédate conmigo.
- Lo siento, –se disculpo –debo irme.

Quise rogarle una vez más, pero no lograba pronunciar palabra alguna, me faltaba el aire; solo fui capaz de verla con ojos suplicantes, implorándole que permaneciera conmigo, que la necesitaba para poder respirar.

Ella me abrazo nuevamente, me dio un tierno beso en la mejilla. Poco a poco se aparto de mi lado, se dio la espalda y comenzó a alejarse de mi lado, quise correr tras ella pero mis pies permanecían atados al suelo.

Sentí que el aire corría por mis pulmones nuevamente… y quise gritar.

- Bella...!!! –mis palabras no llegaban a sus oídos. Quizás no quería escucharme o mi fuerza y mi voluntad no eran suficientes para retenerla a mi lado.

Ni siquiera en un triste sueño.

- Bella. –grite exaltado cuando logre recobre el sentido y volví a la áspera realidad de mi habitación. Aunque fuera estúpido la busque entre las cuatro paredes de mi cuarto, rodé la vista por la pequeña habitación pero en ningún lado estaba ella.

Solo en mis sueños… estaba… y también en ellos se iba.

“No volveré a beber así” –me propuse a mi mismo.

Me levante de la cama para ir a darme un baño. Pero cuando puse los pies en el suelo, sentí un peso sobre ms hombros que me obligaba a caer. Estaba mareado, había dormido muchas horas.

Permanecí sentado en el borde de la cama unos minutos, hasta que estuve seguro de que no caería al ponerme en pie.

Entre en la regadera y me di un largo baño, fue placentero, me despejo la mente, me aflojo el cuerpo y me calmo los efectos de la botella que me había bebido de forma irracional.

Tome unos vaqueros y una camisa negra de la gaveta, cuando vi hacia el espejo sentí lastima por la persona que se reflejaba en el, necesitaba comer y… peinarse el cabello urgentemente. Tome un cepillo y bruscamente me lo cepille, no tenia mucha paciencia con eso.

Cuando sali de la habitación vi a papá en su silla al final del pasillo, pero el no me observaba a mi, miraba por la ventana, estaba pensando en algo muy detenidamente; por que no se dio cuenta de mi presencia hasta que estuve junto a el y le hable.

- ¿Papá?
- Amm –me observo desconcertado. –disculpa jake, estaba en otro mundo. ¿Cómo te sientes?
- Tranquilo. Me siento bien, gracias.
- ¿Tienes hambre? –mi cara debía delatarme.
- Si, algo. –dije disimuladamente.
- Prepare desayuno hace un rato. Esta en la cocina.
- Gracias… ¿vas a salir? –pregunte desconcertado cuando lo vi vestido de forma diferente a su ropa habitual.
- Si, voy un momento a… donde Harry. –en realidad no quería saber mas que eso. Papá seguía extraño y yo no sabia por que. Pero estaba así desde la noche que volvimos de casa de Charlie.
- Como digas. –murmure ya orientado hacia la cocina.

Escuche a Harry llegando, mire por la ventana. Ayudo a papá y luego arranco dejando solo el polvo detrás de el.

Papa había preparado unos panes rellenos con carne. El hambre me alejo del mundo mientras comía, tenia muchas horas sin probar bocado.

Cuando termine de comer me recosté en el sofá. Comencé a hacer zapping con el control remoto. Nada de lo que trasmitían me llamaba la atención.

Me recline en el asiento un rato, los ojos comenzaron a pesarme toneladas. No podía tener sueño aún.

Pero al parecer así era.

Deje que el sueño me venciera esperando no recordar nada cuando despertara.

- Jake…!!! –me llamo una mujer.
-¿Quien es? –pregunte desconcertado.
- Soy tu mamá.

Sentí que mi quijada se caía. Y se mantenía ahí, inmóvil. Como yo. Y mis ojos que no daban crédito a lo que veían ni mis oídos a lo que escuchaban... De repente un espejo a mi lado me mostro una persona, un reflejo. El mío.

Estaba pequeño. Cuando mamá aun estaba viva.

Otra vez estaba soñando.

Me atormentaba recordar a mamá, casi no había podido disfrutar de su compañía. Y mis hermanas estaban lejos.

- Mamá… te extraño. –le dije dolorosamente.
- Lo se hijo… Yo también los extraño. –me confeso con lagrimas en los ojos.

Quería abrazarla pero estaba tan lejos. Ella camino unos pasos más hacia mí y se detuvo a mi lado.

- Siempre te recordare así… –me dijo mirando al espejo –como mi niño pequeño. Te amo jake.
- Yo también mamá.

Algo pesado me cerró los ojos, me desperté con la mano en el pecho, sentía que me dolía el corazón.

Me recordé exactamente como me veía en el espejo, era solo un niño cuando mamá murió. Aun me desconsolaba que ella no estuviera.

Me levante y cruce la puerta de la casa, no podía quedarme más ahí, en cualquier momento volvería a quedarme dormido. Y esos sueños extraños que había tenido volverían a invadir mi mente.

- Oye jake que bueno que viniste. –me celebro Quil emocionado cuando me vio llegando a la orilla de la playa, donde se encontraban sentados.
- Si, lo se, una reunión sin Jacob no es reunión. –bromee pagándome de mi mismo.
- Cierto, una reunión sin ti. Es una fiesta. –dijo Embry entre carcajadas.
- Vale, vale. –refute.
- ¿Como dormiste?, ¿ya te sientes mejor? –pregunto Quil preocupado.
- Si Quil, gracias. Dormí. –concluí.

Si había dormido. Había soñado. Había tenido ganas de llorar. Y mi infancia me recordó que fácil era vivir cuando tu vida es tranquila y normal.

Tantos sentimientos solo lograban atormentarme.

1 comentario:

  1. hola angela ... pobre jake ... y definitivamente que sueños tan extraños!!! besos nena!!!

    ResponderEliminar