Los personajes referidos a la saga Crepúsculo que son usados en este blog son propiedad de Stephenie Meyer.

diciembre 23, 2011

Cap. VII

Algunos recién llegados.

La tierra saltaba a mí alrededor victima de la velocidad y el viento que provocaba al pasar. No podía creer lo fácil que la sanguijuela le mentía a Bella, como podía ocultarle las cosas y llevársela lejos sin decirle. Pero claro como podía esperar que alguien sin corazón y sin alma sintiera un vago sentimiento de culpa o remordimiento.

No, para el todo era fácil, enamorarla, dejarla, volver a conquistarla, mentirle… pero claro al amigo de siempre no se le podía dar una simple visita.

Deje la moto en el garaje y me fui al bosque corriendo, apenas me transforme escuche la voz de Embry…

— Por fin llegaste… — aclamo.

— Si, lamento la tardanza. Alguna novedad en cuanto a la pelirroja.

— No nada acerca de eso.

— Gracias por cubrir mi perímetro.

— Cuando quieras— respondió pensativo.

Reaccione un poco tarde, no había captado lo que había escondido detrás de su respuesta, no había nada nueva acerca de la chupasangre, pero… ¿pasaba algo más?

Mientras mi mente se preguntaba esto, Embry no pudo evitar desarrollar imágenes y respuestas aglomeradas en su cabeza…

Dos chicos, los conocía más que todo por sus rasgos eran los hijos de Harry Clearwater, primero el chico comenzó a temblar y cayo de rodillas, algo en el hacía que se sacudiera y su columna se doblara como si quisiera partirse; conocía bien ese sentimiento, me sorprendí más al ver como una chica cercana a la habitación de este temblaba también, era la hermana mayor del chico, los temblores de ella eran en mayor magnitud, tanto que cayó de la cama mientras sudaba y se retorcía, se levanto a trompicones y corrió hacia el bosque, cayó al suelo y se arrastro rasgando la tierra, como pudo avanzo y se escondió entre los arbustos, nadie la siguió, su madre estaba al teléfono hablando con alguien de forma desesperada y apresurada.

— Nunca había escuchado de una mujer loba —exclame en mi cabeza.

— Lo sé… —replico Embry secundando mi asombro.

— Ella es…?

— Si, es la misma… es Leah. Recuerdas las imágenes de Sam, cuando se imprimo. Emily, todo el embrollo.

— Oh… esto no pinta nada bien.

— Sí, todos pensamos lo mismo. Les está costando un poco adaptarse, bueno más a ella que al, el chico es mucho más llevadero, es difícil con la edad que tiene, pero tiene mucho ímpetu y carisma, te acera bien. Mientras no te ponga los pelos de punta.

— Me preocupa lo que traiga la llegada de ella.

— Si a todos… ya no has estado molestando con algunas imágenes pasadas de ellas con Sam. Trata de evitarlo, pero sabes como es.

— Si, inevitable.

— Voy a dar la vuelta, nos encontramos en el frente.

— Bien.

Recorrí el perímetro pensando en cómo estaba reaccionando Sam a esto, no debía ser fácil luchar ahora contra ese triangulo amoroso, el amaba a Emily pero también había estado enamorado de Leah. En definitiva eso de la imprimación te hacia vulnerable, pierdes el poder sobre ti mismo.
Agradecía que fuera algo poco común, inusual según nuestros ancestros, muy pocos de la manada encontraban un objeto de imprimación.

Escuche cuando Sam entro en el grupo, todo estaba tan tranquilo que resultaba imposible no notar el ingreso de alguien más.

— Paul y Quil van a suplirlos —aviso.

Sonaba preocupado, quizás algo alarmado, lo cual era algo extraño. Supuse que el ingreso del chico Seth y de Leah lo tenían así.

No pude evitar que por mi cabeza rondaran imágenes antiguas que había visto a través del mismo, donde estaba acompañado por Leah, en tiempos mejores claro está.

Sam hizo caso omiso de mis pensamientos, aunque entendí claramente que debía alejarlos de mi mente, por el gruñido que retumbo en su pecho.

Embry y yo seguimos a Sam hasta casa de Emily.

Apenas llegamos al bosque cercano, cambiamos de fase y nos acercamos al resto de grupo que estaban sentados frente a la casa en lugares disparejos sin un orden específico.

— Para quienes no los conocen ellos son Seth y Leah Clearwater los hijos de Harry.




Sam presento a los nuevos de la manada, no era algo que hiciéramos muy seguido, porque normalmente no teníamos ingresos tan seguidos. Los vampiros cercanos estaban despertando los genes, y en ellos más aún luego de la muerte de su padre.

El chico tenía una sonrisa de oreja a oreja, pero ella… bueno no bastaba decir que no le agradaba para nada estar en casa de su prima y menos aún ser la única mujer en la manada, estábamos consientes de que no iba a ser fácil convivir como lo habíamos hecho siempre, estábamos acostumbrados a entrar y salir de fase sin preocuparnos por quedar desnudos frente a los otros, pero con ella, puff estaba claro que no iba a ser tan fácil coexistir.

Sam nos presento a Embry y a mí…

No pude evitar darme cuenta de que Jared no estaba… el salía de clases al media día, pero aún no había vuelto.

Continúe ahí conversando con los recién llegados, bueno más que todo con Seth, Embry tenía razón era de lo más afable y amigable, tenía muchas ganas de probar sus habilidades en la lucha y cazando, aunque solo tenía quince años era más maduro que muchos de nosotros. Y se notaba que era de gran corazón como su padre. Nos llevaríamos bien.

Al rato llego Jared, yo estaba a punto de irme me tocaba la guardia de la noche, ya se habían ido Seth y Leah a hacer guardia con Sam, estaba seguro de que para él no sería fácil, pero era el alfa de la manada. Era su responsabilidad. Cuando ellos volvieran debía irme con Embry de nuevo.

Cuando llego Jared al grupo se acerco a donde estábamos sentados, Quil, Embry, Paul y yo.

— ¿Todo bien…? —pregunto Paul.

— Si… es solo que… estoy…

¿Qué ocurre? —pregunto Quil preocupado.

— Estoy… imprimado…

Ninguno respondió al momento, el solo pronunciar la palabra hacia que sonara más estúpido e irreal. Pero la cara de Jared dejaba en claro que era verdad, estaba junto a nosotros pero su mente estaba flotando en otro lado.

— ¿De quién? —pregunto Emily quien estaba cerca de nosotros, traía un bol entre las manos lleno de panes.

— Su nombre es Kim, estudiamos juntos.

— Nunca la habías mencionado… —hablo Paul casi con ganas de reírse.

— Nunca antes la había notado —dijo este con un suspiro y una media sonrisa.

Decidimos dejarlo hasta ahí, no queríamos explayarnos en el tema, y que luego este no dejara de pensar en ella y nos llenara la cabeza de imágenes cursis y miradas extrañas entre ellos.
No me agradaba mucho que mis pensamientos se contradijeran, no esperaba una imprimación en el grupo, bastaba con Sam y Emily, y bueno con Leah de por medio.

Solo deseaba que esto quedara ahí.

Con dos imprimados bastaba…

2 comentarios:

  1. Nuevamente ese lazo que une a la manada se nota en el interez que tienen sus miembros en protegerse unos a otros. Las tribus en si son muy unidas y tienden a protegerse, pero la manada es algo exepcional.

    Gracias angela por este lindo capitulo.

    Besos y abrazos,

    LISY

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  2. Concuerdo con LISY jjejje
    aww amiga bella...me encanta como escribes
    si qe sí haha tambien amo a Jake jjejje bueno bueno sigamos en lo de...eres fabulosa amiga, me encanta de verdad el modo que plasmas lo que Jake piensa y siente awww...tte qiero un churrumaizotteee

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