Los personajes referidos a la saga Crepúsculo que son usados en este blog son propiedad de Stephenie Meyer.

marzo 20, 2011

Cap. IV

Morbosa Curiosidad

Me observaba con intriga, quizás… o era admiración por mis conocimientos. Decidí continuar con el relato de la leyenda.

- Ya sabes, los fríos han sido tradicionalmente enemigos nuestros, pero el grupo que llegó a nuestro territorio en la época de mi tatarabuelo era diferente. No cazaban como lo hacían los demás y no debían de ser un peligro para la tribu, por lo que mi antepasado llegó a un acuerdo con ellos. No delataríamos a los rostros pálidos si prometían mantenerse lejos de nuestras tierras. –esa era la historia a la que supuestamente habían llegado los fríos, con mi antepasado Ephraim Black, pero de ahí a la vida real, era un largo camino.
- Si no eran peligrosos, ¿por qué...? –su intriga parecía ir más allá de la morbosa curiosidad por una siempre historia de miedo.
- Siempre existe un riesgo para los humanos que están cerca de los fríos, incluso si son civilizados como ocurría con este clan –por alguna razón mi padre me había sembrado cierta idea hacia esos seres, no creía las historias pero tampoco me agradaban. – Nunca se sabe cuándo van a tener demasiada sed como para soportarla.
- ¿A qué te refieres con eso de «civilizados»?
- Sostienen que no cazan hombres. Supuestamente son capaces de sustituir a los animales como presas en lugar de hombres. –todos los antiguos pertenecientes de la tribu, entre ellos Sam, no se confiaban de ellos.
- ¿Y cómo encajan los Cullen en todo esto? ¿Se parecen a los fríos que conoció tu tatarabuelo?
- No –hice una pausa para darle un poco más de suspenso a la vieja historia de miedo –son los mismos.
Su cara demostró que la historia surtía efecto, le causaba algo de miedo. Sonreí complacido y continúe:
- Ahora son más, otro macho y una hembra nueva, pero el resto son los mismos. La tribu ya conocía a su líder, Carlisle, en tiempos de mi antepasado. Iba y venía por estas tierras incluso antes de que llegara tu gente.
- ¿Y qué son? ¿Qué son los fríos? –pregunto curiosa, por mi rostro de extendió una sombría sonrisa y con voz estremecedora le conteste.
- Bebedores de sangre. Tu gente los llama vampiros. –ella continuaba con la vista clavada en las incesantes olas, su rostro parecía algo confundido por el relato, pero a la ves reflejaba terror por algo desconocido.
- Se te ha puesto la carne de gallina –sonreí complacido, la historia de terror, había cumplido su cometido, solo sembrar terror… pues estaba a kilómetros de distancia del mundo real.
- Eres un estupendo narrador de historias – me celebro con la vista aun fija en le mar.
- El tema es un poco fantasioso, ¿no? No entiendo por qué papá no quiere que hablemos con nadie del asunto –es algo estúpido, solo son historias. Su rostro aun mostraba miedo, quizás respeto por algo desconoció.
- No te preocupes. No te voy a delatar. –dijo tratando de hacer una broma.
- Supongo que acabo de violar el tratado –pronuncie entre risas, ella aun parecía aterrada.
- Me llevaré el secreto a la tumba –prometió mientras era victima de un estremecimiento.
- En serio, no le digas nada a Charlie. Se puso hecho una furia con mi padre cuando descubrió que algunos de nosotros no íbamos al hospital desde que el doctor Cullen comenzó a trabajar allí. –mi padre creía ciegamente en esas historias, desde que tuve la edad suficiente para razonar el me las conto, aunque yo no le daba a crédito a sus palabras, siempre me ha parecido una historia fantasiosa; por otro lado a Charlie le molestaba que tratáramos de esa forma a personas que para su juicio estaban aquí en el pueblo para ayudar, estaban muy estables económicamente, y aun así el Doctor se mantenía trabajando en el hospital con el sueldo mínimo que seguramente le pagaban… la chachara de Charlie ese día fue extensa.
- No lo haré, por supuesto que no. –me prometió nuevamente.
- ¿Qué? ¿Crees que somos un puñado de nativos supersticiosos? –puse un tono de voz juguetón para tratar de restarle importancia, pero la realidad era que prefería que eso quedara entre nosotros; solo para evitar. Ella aun observaba el oleaje, luego de un par de segundos giro su rostro para observarme y me ofreció una sonrisa apacible.
- No. Creo que eres muy bueno contando historias de miedo. Aún tengo los pelos de punta.
- Genial –conteste complacido. Le devolví otra sonrisa, de repente se escucho unas ramitas que estaban en el suelo, convirtiéndose en fragmentos por las pisadas de alguien, cuando giramos vimos el porque, una chica que había llegado a la playa con Bella venia hacia nosotros a unos cuantos metros de distancia, y esta venia acompañada por un chico delgado con el cabello rubio.
- Ah, estás ahí, Bella –grito el chico en un tono aliviado, pero destilaba a la vez un tono de celos, levanto una mano por encima de su cabeza, y la movía quizás para que Bella lo pudiera distinguir por la oscuridad; pero quien no lo podía ver, casi pegaba brincos para llamar la atención de ella.
- ¿Es ése tu novio? –pregunte para salir de dudas pues me resultaba obvio que a el no le agradaba que ella estuviera conmigo.
- No, definitivamente no –me susurro. En mi fuero interno, estaba mas que complacido, quizás corría con la suerte de que no tuviera novio, y en un futuro no tan lejano pudiéramos conversar más y quizás hasta llegar a tener una relación; ella giro de espaldas hacia mi y me guiño un ojo, le sonreí feliz; quizás mis deseos no fueran tan improbables.
- Cuando tenga el carné... –me apresure a decirle. No quería que eso quedara en un tal vez, debía que jugar mis cartas bien, no tenía mucha experiencia.

- Tienes que venir a verme a Forks. Podríamos salir alguna vez –le sonreí complacido, no tardaría en tomarle la palabra, así tuviera que ir caminando hasta Forks.
Luego de unos segundos el amigo “celoso” de Bella llegó hasta donde nos encontramos sentados, con la chica unos pocos pasos detrás. Este me observo de forma crítica, no entendía porque su rostro estaba tan sereno, quizás no sabía como actuar cuando te crees con el derecho de celar a una chica, que ni por asomo te pertenece.

- ¿Dónde has estado? – ¡no ves!, quise gritarle… pues conmigo!!!
- Jacob me acaba de contar algunas historias locales. Ha sido muy interesante. –respondió ella con tranquilidad, era obvio que no se sentía forzada a darle mas explicaciones. Me ofreció una sonrisa cómplice y se la devolví satisfecho.
- Bueno –nos observaba detenidamente, era obvio que no lograba entender a que se refería Bella – Estamos recogiendo. Parece que pronto va a empezar a llover. –le dijo este, trataba de darle una excusa para llevársela, pero luego Bella y yo alzamos la vista hacia el cielo al mismo tiempo; estaba nublado, obviamente estaba apunto de llover para mi frustración.
- De acuerdo –se levanto rápidamente –voy.
- Ha sido un placer volver a verte –le dije, hice lo posible por chocarle al presuntuoso ese.
- La verdad es que sí. La próxima vez que Charlie baje a ver a Billy, yo también vendré –me prometió para mi alegría y satisfacción personal, mi ancha sonrisa podía parecer estúpida pero no podía esconder lo dichoso que me hacia ese posible suceso.
- Eso sería estupendo. –le dije esperanzado.
-Y gracias –agrego en tono sincero.

Me dio la espalda y comenzó a caminar con ellos, cuando iban entre las rocas hacia el aparcamiento, me levante y me fui hasta donde se encontraba la fogata antes, estaba seguro que los muchachos aun estaban ahí. Estaban cayendo unas cuentas gotas así que debía apurarme; cuando pase frente al aparcamiento logre divisar cuando ella subía a uno de los autos, para mi desagrado era el de su “amigo”; trate de restarle importancia, pero ella no ingresaba al asiento delantero junto a el, eso debía aplacar un poco ese sentimiento extraño y rencoroso que sentía hacia ese “individuo”.

3 comentarios:

  1. HELLO ANGELA ME GUSTO MUCHOOOOO EL CAPITULO..... SOBRE TODO LOS CELOS DE JACOB CON MIKE.. YA SPERO EL SGTEEEE!!!!!! BUENO CUIDATE MUCHO Y SIGUE SCRIBIENDO BYE

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  2. Hola Angela...

    Nena no cabe duda k tu forma de escribir mejora cada capitulo... espero con ansia la siguiente publicacion ... Felicidades... Cuidate Mucho y portate bien y ya sabes si te portas mal luEgo nos platicas...

    uN ABRAZO Y MIL EXITOS

    aTTE. Rosy

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  3. ANGELA,que bonita va quedando la historia, Me encanta como vas describiendo a Jacob, lleno de ilucion ,alegre y sonrriente ( me agrada mucho su sonrrisa)y con ese toquesito de celos. mmm ! mmm!.

    Lindo capitulo! ha y ya escribi bien tu nombre!!

    Saluditos,

    LISY

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